México, D.F.-
Alumnos de primer grado de licenciatura muestran una “precaria” conciencia lingüística, mínimo conocimiento en esta materia, con lo que se refleja un fracaso en el sistema educativo, concluye un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante la presentación del libro Habilidades Lingüísticas de los Estudiantes de Primer Ingreso a las Instituciones de Educación Superior del Área Metropolitana de la Ciudad de México, Irma Munguía Zataraín, profesora investigadora del área de lingüística, concluye sobre comprensión auditiva que “los alumnos a los que se les aplicó un examen, sacaron 7 en promedio; y sobre comprensión lectora 5.9”.
Al medir los niveles de entendimiento e interpretación “43% no tuvo dominio para cohesionar un texto; mientras que al medir su dominio sobre el español como lengua, es decir, su conocimiento gramatical, la media de aciertos fue de 49.54 (%)”.
El examen se aplicó a 4 mil 351 alumnos, con un promedio de edad de 20 años, de 11 diferentes universidades, siete instituciones públicas y cuatro privadas. Todos ellos alumnos de primer ingreso en el área metropolitana de la ciudad de México.
Las instituciones públicas involucradas en este estudio encargado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), fueron el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE); la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH); el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).
Además, el Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec (TESE); la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Las privadas son: el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM); la Universidad Anáhuac; Universidad Iberoamericana (UIA); y la Universidad Intercontinental (UIC).
Irma Munguía, quien participó en el proyecto, argumentó que sobre los malos resultados en lingüística se deben considerar dos puntos: uno “que probablemente se debe a que la práctica de lectura y escritura está presente en toda la vida escolar (más que la lingüística), desde la primaria, secundaria, preparatoria, y en talleres de lectura”.
“Y segundo, que el conocimiento lingüístico está mínimamente presente y aparece de una manera dispersa, discontinua, no orientada en los planes y programas de estudio. No hay contenidos disciplinarios gramaticales en los planes y programas. Quizá por eso los alumnos no saben, y por eso fracasaron”. Es lo que muestra el sistema educativo, planteó.
Para el examen se evalúo a los alumnos (de los cuales 47.2% fueron hombres y el resto mujeres) comprensión auditiva, comprensión lectora, es decir cómo oyen y leen, así como expresión escrita y conciencia lingüística, cuyo objetivo era valorar algunos usos normativos básicos, como la capacidad reflexiva que tienen los estudiantes sobre el español como lengua.
Durante la presentación del libro —donde estuvieron entre otros, el rector de la UAM Iztapalapa, Octavio Nateras; el director adjunto de la Academia Mexicana de la Lengua, Felipe Garrido y Omar Alejandro Higashi Díaz, miembro del Sistema Nacional de Investigadores— Irma Munguía detalló que para la parte de comprensión auditiva se les leyó a los alumnos dos textos, uno sobre agua y otro sobre el porfiriato, en lo cual tuvieron siete de calificación, tal vez porque se les dio la oportunidad de oír dos veces cada texto.
Respecto a comprensión de lectura, se les dio tres textos, uno informativo de cómo se crean los biomateriales, otro de ciencia y el tercero sobre cómo se ha incrementado la producción escrita.
“El resultado fue que 65% de todos los alumnos no han desarrollado una capacidad de abstracción adecuada que les hubiera permitido tener éxito en esta parte de la prueba”, por lo que la calificación promedio fue de 5.9. “Piensen lo grave que es esto, porque la lectura es una actividad de corte meramente intelectual”, dijo.
Sobre expresión escrita, se les pidió realizar un ensayo de 300 palabras, para lo cual se propusieron tres temas. “(Para evaluar) tuvimos que hacer una pauta de corrección, una parte evaluaba ortografía, otra de acentuación, otra de manejo de léxico, otra de manejo de oraciones subordinadas, de complejidad sintáctica y otra de comprensión. El resultado fue que, 9% muestran un dominio de la ortografía y acentuación, los demás no. Los jóvenes no tienen dominio de ortografía y acentuación.
“En torno a la articulación de textos y cohesión, 43.2% no muestra evidencia del dominio de la estrategias para cohesionar un texto. Así están los alumnos”.
Respecto a conciencia lingüística, se pretendió evaluar sobre gramática descriptiva y normativa. “La media de porcentaje de aciertos fue 49.54, la más baja de todas las habilidades medidas, la más baja”.
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