México, D.F. / Diciembre 2.-
En México, de los dos millones y medio de alumbramientos que se registran anualmente, entre cinco y 10% de los recién nacidos se presenta parálisis cerebral a consecuencia de complicaciones durante el periodo perinatal —antes, durante o inmediatamente después del nacimiento.
La parálisis cerebral es una alteración que ocurre en el cerebro del neonato y se manifiesta por movilidad inadecuada, cambios en las posturas, disminución de la fuerza del músculo.
Ésta complicación se debe a la falta de irrigación sanguínea al cerebro en el momento del nacimiento, informó el médico Juan Hernández Aguilar, adscrito al departamento del Servicio de Neurología del Hospital Infantil de México Federico Gómez.
Los pacientes que presentan algún grado de daño cerebral tienen dificultad para moverse, sin embargo, no necesariamente tienen afectadas sus funciones mentales básicas.
El especialista recomendó a las madres —para prevenir este tipo de alteraciones— llevar un buen control prenatal, que consiste en asistir mensualmente al médico para su evaluación.
Además de la realización de ultrasonidos regulares para detectar cualquier malformación congénita en el feto, que la placenta esté en su lugar y el cordón umbilical no esté enredado.
También se sugiere que el parto se lleve a cabo en una unidad médica que cuente con la infraestructura adecuada para atender alguna eventualidad.
Insistió en que la valoración prenatal puede dar la pauta para determinar las condiciones más favorables para el nacimiento: si se detecta que la madre es hipertensa, el bebé es demasiado grande para que nazca vía vaginal, trae el condón umbilical enredado o viene en mala posición, lo mejor es practicar una cesárea para disminuir el riesgo para ambos y las complicaciones.
Otras causas
El doctor Hernández Aguilar destacó que la parálisis cerebral también se puede presentar por malformaciones cerebrales, infecciones como el toxoplasma —transmitida por los gatos— o enfermedades infecto-contagiosas como la rubéola.
Explicó que la recuperación de estos pacientes dependerá del grado del daño cerebral, el cual se identifica después de los tres meses de vida, y es ahí donde la rehabilitación temprana juega un papel muy importante, pues mientras más rápida sea la detección, mejores resultados se obtendrán del tratamiento.