MÉXICO, D.F.- La ruptura histórica de la izquierda mexicana se profundizó por el golpe que le asestó su excandidato presidencial, el controvertido Andrés Manuel López Obrador, cuyo naciente partido arrebató terreno al tradicional Partido de la Revolución Demócratica (PRD) en la reciente elección legislativa.
El aguerrido político renunció al PRD en septiembre de 2012, dos meses después de su segunda candidatura fallida a la presidencia, y fundó el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que logró ser reconocido como partido en julio de 2014 y fue uno de los grandes ganadores de las elecciones intermedias del domingo pasado.
Con menos de un año de vida, Morena ganó 8.37% de los votos en la Cámara de Diputados, restando prácticamente ese mismo porcentaje al PRD.
Un día después del voto, López Obrador confirmó lo esperado: será candidato presidencial por Morena en 2018.
“La tercera es la vencida”, prometió en un video lanzado en redes sociales este político de 61 años, que arañó la Presidencia en 2006, cuando la perdió por menos de un 0.50% ante Felipe Calderón en una elección que tachó de fraudulenta.
El ascenso de la formación de López Obrador lastimó fuertemente al PRD, que pasó de tener un 18.4% de los votos en los comicios de 2012 a un 10.83% el domingo y podría perder casi la mitad de sus escaños (de 99 a entre 51 y 60 diputados), mientras que Morena obtendría entre 34 y 41, según estimaciones oficiales.
Tras el descalabro electoral, el presidente del PRD, Carlos Navarrete, reconoció que la izquierda mexicana “tiene la peor división en su historia”.
“La apuesta de López Obrador era rebasar al PRD”, pero no lo logró, dijo a la AFP José Antonio Crespo, analista político del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
Ahora, “hay que ver qué pasa con el PRD, si se sostiene o se derrumba, y si López Obrador consigue el efecto que busca: convertirse él y Morena en la fuerza hegemónica de la izquierda”, apuntó.
De forma simbólica, la Ciudad de México -un bastión del PRD con el que López Obrador fue alcalde entre 2000 y 2005- quedó dividida entre los dos partidos de izquierda.