En una carta abierta al Pueblo de México, Andrés Manuel López Obrador presentó un catálogo de propuestas para combatir el clima de violencia e inseguridad que priva desde hace más de 10 anos en el país.
Como era de esperarse, en primer lugar planteó evitar la privatización “abierta o disfrazada” de la industria petrolera, tras advertir que la apertura de Pemex provocará más inseguridad e inestabilidad política.
En segundo término, dijo que la Cámara de Diputados debe autorizar mayor presupuesto a las universidades públicas, para que los 300 mil jóvenes que cada año son rechazados tengan la oportunidad de estudiar y no se les orille a tomar el camino de las conductas antisociales.
Propuso que se otorguen becas a todos los jóvenes que estudian en el nivel medio superior, “como lo está haciendo el Gobierno del Distrito Federal”.
Como tercer punto, demandó la renuncia de los secretarios de Gobernación y de Seguridad Pública federal, Juan Camilo Mouriño y Genaro García Luna, respectivamente, así como el procurador General de la República, Eduardo Medina Mora.
López Obrador llamó a Mouriño “delincuente confeso” y a los otros dos porque “ya fueron, durante el gobierno de (Vicente) Fox, titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y secretario de Seguridad Pública federal, y durante todo este tiempo, han demostrado su falta de integrida de ineficiencia (sic)”.
Como cuarto punto propuso orientar el presupuesto público a impulsar actividades productivas, crear empleos y garantizar el bienestar de la población.
“El gobierno de facto no ha hecho nada para reducir su enorme gasto burocrático. Por el contrario, en 2007, lo aumentó en 154 mil millones de pesos. Y hasta ahora su gasto corriente en 2008 se proyecta en 250 mil millones más. Es decir, en sólo 2 años sumará 404 mil millones de pesos”.
A su vez, en 2007, los excedentes por precios altos del petróleo de exportación fueron de 12 mil millones de dólares y en 2008 serán 20 mil millones más.
Por eso, dijo que proponen llevar a cabo una reducción del gasto burocrático de por lo menos 200 mil millones de pesos y que estos recursos, junto con los excedentes petroleros, se destinen a la inversión en infraestructura y desarrollo social.
En particular, estos recursos deben orientarse a fortalecer a Pemex, a garantizar la soberanía alimentaria y a crear empleos sobre todo para los jóvenes.
“El país está secuestrado por una minoría rapaz. No se pueden enfrentar los graves y grandes problemas nacionales si continúa el predominio de una mafia política tanto o más peligrosa que la delincuencia organizada”, continuó.
Discussion about this post