Cd. de México.-
El senador Dante Delgado Rannauro, coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano en la Cámara Alta, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador construir la unidad nacional, con base en “consensos y acuerdos imprescindibles”, para enfrentar los retos del momento actual que es consecuencia de la aparición de la pandemia del coronavirus Covid-19.
Delgado Rannauro, en una carta pública dirigida al jefe del Estado, advierte: “México no está preparado y no se está preparando para enfrentar de manera responsable una crisis en la que lo peor está por venir”.
En primera persona, el político veracruzano integrante del Bloque de Contención en el Senado, señala: “Mucha gente va a enfermar y mucha va a morir si no dejas de penar en esto como una crisis de imagen y comienzas a enfrentarla como una contingencia de Estado”.
Aliado de López Obrador en 2006, Delgado Rannauro abre su carta, dirigida “al Presidente”, con una frase: “Andrés Manuel, ojalá recapacites, aún estás a tiempo”, y en sus conclusiones señala: “Nunca antes México esperó tanto de un Presidente, lo que hagas será parte de la historia. Sé consciente que esa misma dimensión tendrán tus errores”.
Llama al “diálogo, sensatez y diálogo”, a fin de resolver las diferencias entre el proyecto de López Obrador y del sector productivo del país, las cuales se marcaron este domingo 5 de abril, con el mensaje presidencial sobre la emergencia.
El plan de rescate económico, dado a conocer por López Obrador en Palacio Nacional, “no es un plan y no es rescate”, y previene de eventual cambio de destino de inversiones de las grandes empresas y salida capitales, mientras que micro, pequeños y medianos empresarios sufrirán la caída dramática del PIB, por falta de producción y consumo.
“Vale la pena recordar la frase de don Enrique González Pedrero, que hiciste propia y convertiste en lema de campaña: ‘Por el bien de todos, primero los pobres’. Si realmente quieres apoyar a los más necesitados y vulnerables y provocar que haya empleo en el país, no puedes ignorar, ni sacrificar la economía nacional”.
Llama la atención del mandatario federal a quien señala errores cometidos como político, y lo emplaza: “Andrés, México necesita que empieces a del Presidente. Aún es tiempo de que adviertas que llevas al país al precipicio, que rectifiques y tomes las decisiones que se esperan de un Presidente sensato y responsable; te convoco a que desempeñes el cargo con visión de grandeza”, expresa.
Dice: “Andrés, en una crisis como está, que está afectando a todo el mundo, la negación, la terquedad y la omisión se convierten tragedia, en dolor, en miedo y en pérdida de vidas”.
Emplaza al Presidente de la República, como hasta el actual momento del sexenio ningún personaje público lo había planteado: “Si aún tienes el respaldo de una parte de la población, ahora construye con sentido social, la unidad nacional con las otras partes. Sólo así lograrás estar a la altura de los grandes momentos de la historia; de lo contrario, no sólo vas a fracasara como lo hicieron los presidentes anteriores, sino que habrás logrado afianzar la tragedia de México”.
Todavía más, encara al primer mandatario: “Hidalgo, Juárez, Madero y Cárdenas no trabajaron ni lucharon para ser héroes de México, sus resultados y congruencia de vida los convirtieron en ello. No insistas, con pérdida de tiempo, en remarcar que eres un Presidente diferente, te convoco a que lo seas”.
Plantea que “tienes que ser Presidente de México, de todos los mexicanos. Deberás ejercer el poder incluyente, el poder para construir, no para destruir, el poder para ser líder y el estadista que nuestro pueblo espera que seas y que México requiere”.
Afirma que “la tarea del buen Presidente es construir confianza, armonía grandeza”. Y aclara que “no le apostamos a tu fracaso, porque eso sería apostar por el fracaso del país y estoy firmemente convencido que construir un proyecto pensando en reconstruir un país devastado, es una postura de traidores”. En ese sentido, “te exhorto a que veamos para adelante”.
Plantea que el Presidente encabece la presencia y acción de patriotas, que México exige, y “afortunadamente, tenemos muchas y muchos, en todas las actividades de la vida académica, cultural, profesional, científica, económica, social y en el sector público”.
Su postura concluye: “Sabes que acostumbro hablar de frente y a decir las cosas cuando se tienen que decir, por eso te escribo hoy, porque de nada servirá que te lo diga cuando todo haya pasado y no haya remedio. Ojalá recapacites, tal vez esta sea la última oportunidad de hacerlo”.