México, D.F. / Marzo 17.-
Este año las remesas que llegan a la región de América Latina y el Caribe declinarán, tras casi una década de crecimiento, estimó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del BID.
“Si bien es demasiado temprano para proyectar en cuánto podrían reducirse las remesas en 2009, esta es una mala noticia para millones de personas en nuestra región que dependen de estos flujos para cubrir sus necesidades básicas”, comentó Luis Alberto Moreno, presidente del BID.
De acuerdo con el BID, el año pasado las remesas enviadas por trabajadores inmigrantes a la región de América Latina y el Caribe se situaron en 69 mil 200 millones de dólares, 0.9% más que en 2007.
Sin embargo, tras un tercer trimestre sin crecimiento, las remesas descendieron en 17 mil millones de dólares en el cuarto trimestre de 2008, lo que representó una baja de 2% respecto al mismo periodo de 2007.
“Los flujos de dinero enviados a casa por los migrantes son golpeados por la desaceleración económica y los cambios en la paridad cambiaria”, expuso Moreno.
Natasha Bajuk, coordinadora del programa de remesas del FOMIN del BID, indicó en entrevista con EL UNIVERSAL, que en los países que reportan cifras de 2009, se registró una caída anual en enero de entre 11% y 13% en el monto de remesas.
En México, el año pasado recibió 25 mil 145 millones de dólares por concepto de remesas, y de acuerdo con analistas entrevistados, estos flujos podrían descender a 21 mil 800 millones de dólares.
En enero pasado las remesas que llegaron a México cayeron 11.9% anual, según información del Banco de México.
No obstante, de acuerdo con el FOMIN, aunque el flujo de remesas al país ha descendido, el valor de esos dólares se ha incrementado substancialmente al convertirlos en pesos, debido a la devaluación de la moneda nacional.
Como consecuencia, las remesas provenientes de Estados Unidos a estas naciones, han aumentado su poder de compra, compensando en parte la caída en el volumen de los envíos.
De acuerdo con el BID, el cuadro se ha vuelto más complejo, dado que el mundo enfrenta su peor crisis en décadas, el desempleo está aumentando en los países industrializados y el ambiente contra la migración se está tornando más inhóspito.
Las remesas comenzaron a disminuir en 2008 a medida que los principales países fuente de estos recursos, Estados Unidos, España y Japón, cayeron en recesión.
La crisis castigó especialmente a industrias que empleaban a muchos trabajadores extranjeros, como construcción, manufacturas, hoteles y restaurantes, dijo Moreno.
A pesar de este escenario, FOMIN ve poca evidencia de que los migrantes se preparen para regresar a sus países de origen.
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