Cd. de México.-
Jesús Mora Larrizábal, abogado de la madre que envenenó a sus tres hijos, a sus padres y luego se suicidó, acusó a las autoridades de no atender el caso de supuesto abuso sexual del padre de los menores, quien denunció a su cliente en vida.
El defensor de la madre de los niños envenenados señaló en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula que la decisión de la mujer “fue producto del acoso por varios años de su ex esposo, además de que ella buscó el apoyo de las autoridades familiares, ante la Procuraduría de la ciudad, pero no recibió ese apoyo, incluida la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México”.
Mora Larrazábal solicitó, según dijo, “un recurso de revisión ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, pero que la jueza décimo primero de lo familiar, Araceli García Lara, “no tomó en cuenta la opinión de los mejores, se excusó y lo envió al siguiente juzgado”.
Según la versión de la madre, los niños sufrían de abuso sexual de su padre, quien presuntamente es abogado y de quien no se tienen mayores datos.
Rechazaron acusaciones
Según los primeros datos de la investigación, la mujer padecía una profunda depresión desde 2014, año en que el Juzgado 11 de lo familiar le notificó la pérdida de la custodia de sus tres hijos; fue multada dos veces porque se negaba a la orden judicial.
A pesar de que el padre había ganado la custodia, sólo veía a los niños entre cinco y 10 minutos a la semana en instalaciones “seguras” que proporcionaba el Tribunal Superior de Justicia capitalino.
La madre exigía garantías de que no se los llevara; sin embargo, los niños al ver al padre de inmediato lloraban.
A los infantes les realizaron a pruebas sicológicas y el juzgado determinó “alienación parental”; según los exámenes que les practicaron, los niños fueron inducidos para tener cierto resquemor al papá.
Con los antecedentes, el problema se agudizó y la juez le notificó entonces que debería entregar los niños al padre o, de lo contrario, tendrían que llevarla presa.
El expediente destaca que la madre denunció en dos ocasiones al papá, lo acusó de violación y violencia doméstica; sin embargo, no se ejerció la acción penal, pues aparentemente todo quedó en los dichos, ya que los peritajes que le realizaron salieron negativos. La juez que llevaba el caso también fue notificada de este hecho y abonó en contra de la madre.
Los cuerpos de la madre, los tres niños y el padre de ella fueron encontrados envenenados en una casa ubicada en la delegación Magdalena Contreras. La madre de ella sobrevivió y en el domicilio se encontró una carta póstuma.