Cancún, Q.R.-
Vencidos los obstáculos legales que estuvieron a punto de diluir su matrimonio, el primero en su tipo en Quintana Roo, Patricia y Areli celebraron con un brindis el reconocimiento jurídico de su enlace y la apertura que esto dará a nuevas parejas del mismo sexo que decidan casarse en la entidad.
Acompañadas por sus padres, familiares y amigos, Patricia y Areli brindaron oficialmente en “Las Bocas”, un restaurante localizado en el centro de Cancún, para celebrar que el fin de semana pasado se agotó el tiempo legal para impugnar su boda, ocurrida el 28 de noviembre del 2011, en un municipio gobernado por el Partido Acción Nacional (PAN) y gracias a una suerte de vacío o imprecisión en el Código Civil del estado.
La empresaria en administraciones turísticas y la comunicóloga se conocieron en Playa del Carmen.
“Nos conocimos por azares del destino”, dice Areli. “En la vida no hay casualidades, sino causalidades y nos pusieron a personas en el camino que influyeron y que luego nos ayudaron en toda esta locura”, dice Paty.
Después de tres años y medio de relación, la pareja decidió casarse y, al estudiar las posibilidades, descubrió que en el código civil estatal no se establece como requisito que el matrimonio se celebre entre hombre y mujer, pues sólo dice “entre personas”.
La boda civil de las dos mujeres se realizó junto con la de dos varones en el municipio de Lázaro Cárdenas, en la localidad de Kantunilkin, una zona rural ubicada al norte del estado gobernada por el Partido Acción Nacional (PAN), partido que se opone a las bodas entre personas del mismo sexo.
Luego de que se diera a conocer su enlace, éste fue impugnado y cancelados los dos matrimonios.
Los registros públicos de los 10 municipios del estado anunciaron que no celebrarían más bodas entre personas del mismo sexo, en tanto el gobierno del estado y el Congreso local fijasen una posición legal sobre el tema, que entró a discusión.
Las dos jóvenes dieron la batalla legal y denunciaron los hechos ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), y ante la Procuraduría de Justicia del estado, como un acto de discriminación por orientación sexual.
“Nos metimos a estudiar las leyes, los códigos, la Constitución, a preguntar, a entrar a las páginas del Congreso, a revisar decretos, a asesorarnos con abogados (el despacho López Vela) y pues como simples ciudadanas decidimos defendernos con la ley en la mano”, subraya Patricia.
Finalmente, un par de semanas atrás, se anunció que la Secretaría de Gobierno reconocía la validez legal de ese y de los futuros enlaces matrimoniales entre personas del mismo sexo, al no haber impedimento jurídico.
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