México, D.F. / Oct. 29
Con la tribuna tomada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la parte superior, y los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), en la inferior, se aprobó la reforma energética n la Cámara de Diputados.
Sin ningún cambio, como fue acuerdo previo a la sesión, la mayoría de los diputados del PAN, PRI, PRD, Alternativa, Nueva Alianza, PVEM, PT y Convergencia, aprobaron los siete dictámenes de la reforma energética. Uno a uno, los dictámenes fueron avalados sin reservas, debate, posicionamientos o reclamos. La parte más radical del PRD se instaló en la parte superior de la tribuna legislativa, lo que provocó que el presidente de la Mesa Directiva, César Horacio Duarte, en un acuerdo con los coordinadores parlamentarios, resolviera la instalación de la sesión a ras de piso. Desde ahí se dio la aprobación en cascada, pese a la visita, minutos antes,, de Andrés Manuel López Obrador.
Con su aprobación, la reforma energética se turnará directamente al Ejecutivo federal.
Pero los diputados en contra del dictamen no fueron tan pocos, y hubo votaciones por entre 61 y hasta 68 votos por el no a los dictámenes de la reforma energética.
Uno a uno, los documentos fueron avalados sin reservas, debate, posicionamientos o reclamos.
Antes de iniciar la sesión, la parte más radical del PRD se instaló en la parte superior de la tribuna legislativa, lo que provocó que el presidente de la Mesa Directiva, César Horacio Duarte (PRI), en un acuerdo con los coordinadores parlamentarios, resolviera la instalación de la sesión a ras de piso.
A pesar de que la visita de Andrés Manuel López Obrador tenía el objetivo de calmar los ánimos en el salón de plenos, y de abrir la puerta a una nueva propuesta, desde este martes por la mañana, los coordinadores del PAN, Héctor Larios; y del PRI, Emilio Gamboa, aseguraron que no aceptarían la modificación impulsada por el tabasqueño, pues ésta es regresiva y dañina para la modernización de la paraestatal.
Así, antes del discurso de López Obrador había ya una negativa tácita a sus propuestas.
Gamboa aseguró que no modificarían la reforma, pues ésta resultaba del consenso.
En tanto el panista Héctor Larios descalificó las palabras propuestas por el tabasqueño, “si se aceptaran esas 17 palabras, lo que haríamos sería nugatoria la reforma, iríamos más atrás de como estamos ahora”.
Los primeros cinco dictámenes se aprobaron en calma, aún con la confrontación entre diputados del PAN y del PRD que se peleaban el control de la tribuna legislativa.
Así, en una primera etapa se avaló la expedir La Ley para el Aprovechamiento de Energía Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética; así como la Ley de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la de Aprovechamiento Sustentable de la Energía; además de reformas al artículo 33 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, y de la Comisión Reguladora de Energía.
Las reservas y el debate inició cuando se debatieron reformas a la Ley Reglamentaria del 27 Constitucional; y a la creación de la Ley de Petróleos Mexicanos.
Se buscó con diversos tonos, redacciones, interpretaciones y exposiciones, añadir la frase propuesta por López Obrador: “No se suscribirán contratos de exploración y producción que contemplen el otorgamiento de bloque en áreas exclusivas”.
Pero los esfuerzos del Frente Amplio Progresista no resultaron, al final, nada se modificó.
Las votaciones en la Cámara baja llegaron a reflejar la asistencia de hasta 480 diputados, lo que no es usual en el trabajo legislativo.
En el posicionamiento de los partidos políticos, el PRD en voz de su coordinador, Javier González Garza reconoció no estar de acuerdo en el total del contenido, pero sí en una gran parte que a la izquierda le representa un éxito; el PRI y el PAN lamentaron las críticas de quienes ven derrotas, en donde hay victorias.
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