Sonora.-
Luego de que ayer fuera activada la Alerta Amber en Sonora por la sustracción de un bebé de dos años de edad, su madre confesó haber asesinado a su propio hijo.
Tres horas después de aceptar que le había arrancado la vida a su primogénito, las autoridades lograron encontrar los restos del menor Ángel Gabriel Valenzuela Barreras.
Al confesar el atroz crimen, Rosario Aranza Barreras, tuvo que ser hospitalizada debido a que puso en riesgo su embarazo de ocho meses.
Medio centenar de agentes de la Policía Estatal Investigadora (PEI), en coordinación con un grupo de agentes de la Policía Estatal de Seguridad Pública, del grupo de Investigación procedente de la ciudad de Hermosillo se trasladaron a la zona serrana en busca del niño o sus restos.
Luego de horas de interrogatorio la madre de 20 años de edad, dio los detalles a los agentes de la Policía Estatal Investigadora (PEI), sobre el sitio donde había abandonado los restos del pequeño Ángel Gabriel Valenzuela Barreras.
Poco después de haber localizado los restos del infante, la Procuraduría General de Justicia del Estado, mediante las redes sociales dio a saber la triste noticia.
Inicialmente la madre había denunciado el robo de su hijo enfermo de hidrocefalia lo provocó una fuerte movilización de las autoridades sonorenses y la activación de la Alerta Amber.
“Dejé solo a mi hijo dentro del auto y sentado en la silla para bebés para ingresar a un comercio por espacio de quince minutos y al salir ya no estaba”, dijo en su primera declaración.
Las autoridades policíacas informaron que el cuerpo del infante permaneció más de 30 horas abandonado en el monte, a un costado de la carretera que conduce a El Sáric, con el riesgo de haber sido arrastrado por animales de la región.
Las investigaciones continúan ya que todavía no se han dado a conocer los detalles del crimen o causas del deceso del bebé, será hasta después de realizar la autopsia de ley que se determinen y se inicie procedimiento judicial en contra de la madre.
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