Monterrey, N.L.-
Un 25 por ciento de los alumnos que concluyen educación básica en Nuevo León ya no continúan sus estudios a nivel medio superior, por lo que el gobierno de Nuevo León, a través de la Secretaría de Educación, iniciará un programa de orientación enfocado a inhibir este fenómeno.
El secretario de Educación en la entidad, José Antonio González Treviño detalló que desde el año anterior se intensificó la difusión de opciones educativas para alumnos por concluir educación básica y conozcan alternativas para continuar con sus estudios de nivel medio superior.
El objetivo es evitar la deserción escolar e inhibir la eventual incorporación de jóvenes a las filas delictivas y “formar mejores personas, despertar el deseo de superación, que a través de la educación se mejore la calidad de vida”, expresó.
El programa de orientación en 2011 permitió aumentar en mil 500 el alumnado para preparatorias u otros planteles de bachillerato en la entidad, dijo.
“Esperamos que a través de esta difusión que iniciaremos el 21 de febrero, en el programa SE Orienta, donde se harán eventos regionales también, tendremos actividades en Sabinas, Montemorelos, Linares, Doctor Arroyo, Cadereyta y aquí en el Centro Internacional de Negocios (Cintermex), teniendo una amplia difusión”, indicó.
Dichos eventos van enfocados a alumnos y padres de familia en general, para que a través de los subsistemas de bachillerato que ofrece la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), entre otros del sector público y privado, se logre atender a una mayor cantidad de alumnos a nivel medio superior.
“Pretendemos que a partir de todo el programa integral que estamos desarrollando, incorporar a la mayor cantidad de alumnos que terminan la educación básica, tenemos espacios suficientes a través de las diversas modalidades de estudio”, comentó.
Enfatizó que como apoyo a alumnos de escasos recursos, las 13 mil 900 becas entregadas superan los 21 millones de pesos, y en educación para padres y madres se invierten seis millones de pesos para materiales y tutorías, mientras que en lentes para alumnos con problemas visuales asciende a más de un millón y medio de pesos.
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