México, D.F.-
El objetivo es que el ajedrez y sus beneficios lleguen a los lugares más recónditos de México y del continente. Pero formar millones de niños en el ajedrez implica contar con decenas de miles de docentes, que hoy no tenemos.
Para ello se ha programado un Primer Seminario de capacitación y certificación para maestros, que tendrá dos fases: una presencial y otra a distancia, vía internet. La iniciativa es del promotor cultural Hiquíngari Carranza, director de la Fundación Kasparov de ajedrez para Iberoamérica. En entrevista, dice estar convencido de que la sociedad está sensibilizada sobre la importancia de que los niños y jóvenes practiquen formalmente el juego.
—¿Por qué promover el ajedrez en el ámbito educativo?
—Hemos dado mucha relevancia al ajedrez porque estamos convencidos de que es una herramienta que fomenta aspectos pedagógicos, sociales, terapéuticos y deportivos. El ajedrez es una herramienta extraordinaria para reconstituir el entramado social, las fortalezas individuales, la estructura familiar y, sin duda, elevar aptitudes y valores de los individuos, sobre todo niños y jóvenes. Por eso, como se hace en otros países del mundo, y a partir del 2012 se fomenta en la Unión Europea, buscamos que la enseñanza del ajedrez se difunda masivamente en México. El primer paso radica por lo tanto en la formación de profesores de ajedrez.
“Tras el lanzamiento de la Fundación Kasparov en abril de este año, y después de varios encuentros con autoridades e instituciones, hicimos un diagnóstico acerca de qué ha pasado y qué se puede hacer en torno al desarrollo del juego ciencia. En general, encontramos que los problemas en toda América Latina y México son muy similares. Ancestralmente el ajedrez ha estado presente en el imaginario popular, ha pasado a través de la estructura familiar de padres a hijos, por lo tanto, su práctica se mantiene. Eso no es suficiente para que la sociedad aproveche realmente el potencial que representa para el crecimiento humano y para el fortalecimiento de las relaciones socio-afectivas que cualquier sociedad moderna requiere para enfrentar los distintos retos a que es sometida.
—¿Cómo pretende la Fundación concretar estos conceptos?
—En la afirmación anterior descansan los objetivos que la Fundación Kasparov plantea como los más urgentes, por lo tanto, nuestra primera acción ha sido preparar un Seminario de Capacitación y Certificación de Profesores de Ajedrez que se compone de dos fases: un curso presencial masivo, que llevaremos a cabo la última semana de octubre así como en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional, en la UNAM y en el sistema de profesores del programa Bécalos, y un curso de educación a distancia.
“Nuestra primera meta es formar antes de fin de año entre dos mil y dos mil quinientos profesores que deberán seguir con un curso en línea”.
—¿Qué beneficios sociales se esperan de esta iniciativa?
—La trascendencia de que el ajedrez llegue a los lugares más recónditos del país y del continente tiene como recompensa que cualquier niño o joven del estrato social a que pertenezca logre a través su práctica, desarrollar capacidades únicas para su desarrollo personal y humano.
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