Chilpancingo, Gro.-
La espiral de violencia en la capital de Guerrero ha provocado el éxodo de empresarios, quienes se han visto obligados a cerrar sus negocios o manejarlos vía remota desde otras entidades.
Adrián Alarcón Ríos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), aseguró que las ventas entre sus agremiados y de la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) han disminuido 30%; el único negocio que ha crecido hasta 1,500%, afirmó, es el de la muerte: funerarias, capillas, pago a pastores y a sacerdotes.
Víctor Ortega, dirigente de la Canaco —que agrupa al menos 600 pequeños comerciantes—, mencionó que 200 negocios han cerrado y la Coparmex reportó que su padrón de casi 400 agremiados ha bajado a 235.
Representantes de ambas cámaras señalaron que en el primer semestre del año les han reportado el secuestro de 54 empresarios. Enfatizaron que la inseguridad se ha convertido en un impuesto más desde 2013, pues tienen que gastar al menos 16% de sus ganancias al año en seguridad privada y en equipos de comunicación.
Este fin de semana se vivió un ejemplo de lo que sufren a diario los comerciantes. La tienda de Waldo Díaz fue incendiada por hombres armados; allí se vendía ropa a bajos precios. Todo se quemó.