México, D.F.-
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) por la “inadecuada atención médica” que sufrió una joven embarazada de 16 años, ya que al no ser atendida a tiempo, en un hospital de Tamaulipas, perdió al producto.
La CNDH solicitó al director del ISSSTE, Sebastián Lerdo de Tejada Covarrubias, la reparación del daño mediante la indemnización de la joven y que se le brinde tanto atención médica como psicológica “para dar seguimiento a su estado de salud y estabilidad emocional, derivado de la pérdida de su hijo”, detalló el organismo.
De igual manera el organismo pidió que se colabore en el seguimiento e inscripción de la víctima en el Registro Nacional de Víctimas, a efecto que se tenga acceso, en lo conducente, al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral, además de que se emita una circular dirigida al personal médico de ese hospital en la que se le ordene entregar copia de la certificación y recertificación que tramite ante los Consejos de Especialidades Médicas, para que se acredite la actualización, experiencia y conocimientos para otorgar un servicio médico adecuado y profesional.
La CNDH instó al órgano desconcentrado que se diseñen e impartan en los hospitales del ISSSTE, especialmente en el nosocomio donde ocurrió este caso, cursos integrales de capacitación y formación en derechos humanos, así como conocimiento y manejo de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM). Tomar medidas para garantizar que los expedientes clínicos se encuentren debidamente integrados, se verifiquen las condiciones del Hospital y se le dote del equipo e infraestructura necesarios.
Pidió también se envíe copia de esta Recomendación al titular del Órgano Interno de Control en el ISSSTE, para que sea considerada al resolver el procedimiento administrativo disciplinario contra el personal responsable involucrado en los hechos. Asimismo, para que colabore en las investigaciones de la denuncia que presente la CNDH con motivo de los hechos, ante la Procuraduría General de la República.
El 1 de junio de 2013, la mujer, que cursaba 40 semanas de gestación, acudió al nosocomio con dolores y únicamente le practicaron exámenes de sangre y orina; luego la dieron de alta. Lo mismo ocurrió los siguientes tres días, en que la regresaron a su casa, con la indicación de que, en caso de presentar contracciones o dolores de parto, regresara de inmediato.
Al persistir los dolores, el 4 de junio regresó al hospital y al ser auscultada por otro médico se le anunció que la frecuencia cardiaca del bebé era muy débil; sin embargo, no se le internó, argumentando que el cuadro que presentaba era normal.
El 7 de junio a las 22:30 horas fue llevada al nosocomio, donde se autorizó su ingreso media hora después. En el área de observación no se contaba con un ginecólogo, por lo que un facultativo la revisó y advirtió que el feto no presentaba ritmo cardiaco. Como no contaba con equipo médico necesario, pidió anuencia a un familiar de la mujer para llevarla a un consultorio particular, donde fue valorada y se le informó que el producto tenía de uno a dos días de fallecido.
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