Luego de que el estado de Texas violó la disposición de la Corte Internacional de Justicia de la Haya con la ejecución del mexicano Ernesto Medellín el pasado martes, el gobierno tiene que insistir y hacer un esfuerzo adicional para evitar la muerte de cuatro mexicanos que podrían ser ejecutados en el mismo estado, antes de que termine este año, consideró la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
César Fierro, Humberto Leal, Rubén Ramírez y Roberto Ramos, son cuatro de los mexicanos que se encuentran en el corredor de la muerte y que sus casos se enmarcan en el caso Avena, al igual que Medellín, en el que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ordenó a Estados Unidos en 2004 revisar sus procesos y condenas de 51 sentenciados a pena de muerte que no recibieron atención consular.
En entrevista, Andrés Calero tercer visitador de la CNDH, aceptó que la situación para estos mexicanos es adversa debido a que la ejecución de Medellín sentó un precedente negativo en cuanto al acato de la CIJ.
“Es un tema difícil en Estados Unidos, los delitos y se suben o se mezclan temas que no tienen que ver con esta situación”, dijo Calero quien informó que la CNDH ha buscado hacer una visita de carácter humanitario a algunos de los mexicanos condenados a pena de muerte.
Explica que hasta la fecha no han podido lograr la autorización ante el gobierno estadounidense. Subraya que otro obstáculo de su visita es que no se cuenta con inmunidad en la conversación que sostendrían con los mexicanos, es decir que no sería completamente privada, y ello podría afectar el proceso legal de los prisioneros.
“Continuaremos presionando al gobierno mexicano y al americano dentro de las limitaciones de este órgano para que se conmuten las penas de muerte”, dijo el tercer visitador.
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