México, D.F. / Oct. 30
En la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) la corrupción alcanzó niveles insospechados. Agentes y funcionarios que encabezaban la lucha antinarcotráfico vendían de todo al mejor postor: información sobre investigaciones, cateos, operativos, órdenes de aprehensión y hasta los nombres de sus propios compañeros que afectaban los intereses de los grupos del crimen organizado.
Informes de la Procuraduría General de la República (PGR) revelan que funcionarios de la SIEDO acusados de filtrar información trabajaron con cada uno de los principales carteles de la droga que operan en México.
Un ejemplo de este colaboración se dio con la organización de los hermanos Beltrán Leyva, que tanto cuando trabajaron aliados al cártel de Sinaloa, como cuando lo hicieron asociados con el grupo denominado “Los Zetas”, pagaban la “famosa nómina SIEDO”, con salarios a funcionarios que iban de los 150 mil a los 450 mil dóalres.
El cártel de Sinaloa está comandado por Joaquín “El Chapo”Guzmán Loera, Isamel “El Mayo” Zambada e Ignacio “Nacho” Coronel. Los hermanos Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, y Alfredo “El Mochomo” eran aliados del cártel de Sinaloa. En enero de 2008, cuando un comando de fuerzas especiales del Ejército Mexicano detuvo a “El Mochomo” en Culiacán Sinaloa.
Las entregas de dinero ocurrían incluso a calles las oficinas de la SIEDO, en cantinas o estacionamientos.
El dinero nunca fue suficiente y también agentes y funcionarios de primer nivel de ese organismo negociaban con gente de otros cárteles de la droga, como son los de Tijuana, Golfo, Milenio, Juárez, Díaz Parada y La Familia Michoacana, según una averiguación previa de la PGR.
En la denominada Operación Limpieza la PGR investiga cómo los funcionarios y agentes de la SIEDO, Miguel Colorado González, Fernando Rivera Hernández, José Antonio Mejía, Jorge Alberto Zavala, Fernando, Milton Carlos Cilia Pérez y Roberto García García, encargados del combate al crimen organizado, fueron coptados por el cártel de Sinaloa, la organización de los hermanos Arturo y Alfredo beltrán Beltrán Leyva y otros grupos criminales desde varios años atrás provocando fracasos dentro del principal organismo de lucha antimafia en México.
El testigo protegido “David, cuyo testimonio forma parte de las idagaciones de la “Operación Lipieza” dijo que cuando se iniciaba una investigación contra miembros del crimen organizado ésta se asignaba a los agentes que trabajan directamente con esa organización para que los pusiera al tanto de las investigaciones.
Ellos podían proporcionar “numero de averiguación previa, qué sujetos, inmuebles o diligencia se estaba investigando, nombre del Ministerio Público que llevaba la investigación y si ésta era relacionada con alguno de los Cárteles de la droga, como son los de Sinaloa, Tijuana, Golfo, Milenio, Juárez, la Federación, Díaz Parada, La Familia Michoacana”.
“Dichas investigaciones le son asignadas a Agentes que reciben una mensualidad por dichas organizaciones, para que supieran y tomaran las mediadas preventivas y de esta manera estuvieran enterados de las acciones que estaba llevando a cabo el Ministerio Público de la Federación. Dichos roles de trabajo los realizaba Toño y Zavala con la autorización del ingeniero Colorado González”, indicó el testigo.
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