Chihuahua, Chih.-
A tres días de que casi un centenar de personas fueran arrolladas en un espectáculo de camionetas “monstruo”, la tarde del martes falleció la novena víctima del accidente, confirmó la Fiscalía del estado.
Bernardina Chávez Marioni, de quien se informó que tenía 53 años, aunque previamente en la lista oficial de lesionados aparecía de 20, falleció en un hospital donde era atendida por traumatismo craneoencefálico y contusión pulmonar. La Fiscalía General de Chihuahua informó que integró un equipo de especialistas de diversas áreas para dar seguimiento a las investigaciones del caso.
Dicha unidad especial dará seguimiento a las órdenes de presentación que se giraron para los dueños de la empresa —los cuales no han sido localizados—, así como para funcionarios municipales relacionados con la seguridad y planeación del evento y revisará sus testimonios. Además, hará pruebas periciales al lugar de los hechos para determinar las causas del accidente y deslindar responsabilidades.
El noveno deceso aumentó los cargos contra Francisco Velázquez Samaniego, piloto de la “monster truck”, quien fue presentado ante una juez de garantía para formularle la imputación por los delitos de homicidio, lesiones y daños, los tres en grado imprudencial. De hecho, al arranque de la audiencia se le fincaron cargos por ocho muertes y tres horas después el agente del Ministerio Público pidió un receso para reformular la acusación debido al noveno fallecimiento.
Velázquez ingresó a la Sala 5 del complejo judicial escoltado por cuatro guardias, portando un collarín, con el uniforme amarillo de los internos del Cereso estatal y esposado en todo momento. En la audiencia de vinculación a proceso se le leyeron los cargos. Uno a uno se fueron enumerando las decenas de lesionados, sus heridas y la magnitud de éstas.
El acusado permaneció en silencio, prácticamente inexpresivo. Escuchó las causas de muerte de las personas a las que arrolló, e incluso los daños de los vehículos estacionados en el área. La representación social sostuvo que Velázquez actuó con negligencia al desarrollar su espectáculo a pesar de que el lugar no contaba con las medidas de seguridad necesarias; también le reprochó que a su edad, 51 años, ya no es adecuado participar en exhibiciones extremas.
Al dar sus generales, el imputado dijo ser mecánico automotriz y en ningún momento manifestó desempeñarse como chofer; agregó que estudió hasta tercero de secundaria. Posteriormente, el MP también informó que Velázquez sí salió positivo al consumo de alcohol la tarde del accidente, aunque alcanzó 0.1, cantidad que incluso es permitida por la ley para conducir un vehículo particular.
Me presionaron: chofer
Francisco Velázquez Samaniego pidió a la juez ejercer su derecho a declarar. En su testimonial dijo enfático que no ingirió bebidas embriagantes antes del espectáculo, que no cambió la ruta de la camioneta y que fue presionado por su empresa para que sostuviera tales versiones. Relató que el sábado por la tarde tuvo contacto telefónico desde la comandancia en la que estaba detenido con el propietario de la empresa Demolition Show, quien le pidió que declarara que había tomado muchas cervezas y que ejecutó acrobacias que no estaban planeadas.
Velázquez se refirió a Eliot Castillo como la persona con la que tuvo dicho contacto. En repetidas ocasiones reiteró que su espectáculo invariablemente consta de dos saltos sobre carros chatarra, uno de ida y otro de regreso, lo cual él ejecutó el sábado, pero en el segundo se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento. Las declaraciones contrastan con lo asegurado por funcionarios municipales y directivos del comité organizador, que dijeron que Velázquez “por razones desconocidas” había realizado maniobras que no estaban contempladas en el espectáculo. Al cierre de esta edición continuaba el desarrollo de la audiencia de vinculación a proceso.
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