Monterrey, N.L.-
La prolongada sequía que se ha registrado en Nuevo León durante los últimos meses, ya provocó la pérdida de miles de cabezas de ganado, cultivos siniestrados, zonas rurales en situación crítica y un desplome en el almacenamiento de agua en las presas.
Ante esta situación adversa, las autoridades federales y estatales han implementado diversos programas de ayuda económica para las familias en extrema pobreza y los productores agropecuarios de la región.
El presidente de la Unión Ganadera Regional (UGR), Adrián de la Garza Tijerina, estimó que la escasez de lluvia desde mediados de 2011 ya cobró la vida de alrededor de 50 mil cabezas de ganado en la entidad.
“Estimamos que más de 10 por ciento del hato ganadero del estado se ha despoblado, estamos hablando que el estado tiene alrededor de 400 mil cabezas de ganado, pues hablamos de unas 40 mil, 50 mil cabezas”, dijo.
Resaltó que “estamos padeciendo una sequía muy fuerte, sobre todo en el noroeste, ahí sí no ha habido precipitaciones, como ha habido hace un mes y en febrero en la parte centro y noreste del estado”.
Por su parte, el gerente regional de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Oscar Gutiérrez, advirtió que el problema de la sequía continuará afectando a Nuevo León durante todo el 2012.
Refirió que de enero a mayo del presente año las precipitaciones mensuales se han ubicado entre 18 y 37 por ciento por debajo de los registros históricos de años anteriores.
“Desafortunadamente para estos primeros meses del año, de conformidad a lo que resulta de la aplicación de estos modelos, tenemos todavía lluvias por abajo de lo normal”, indicó.
El funcionario expresó que “el estado de los almacenamientos es hasta el momento favorable”, y reconoció que en las zonas rurales es donde enfrentan el problema más crítico por la falta de agua.
A su vez, la paraestatal Agua y Drenaje de Monterrey reveló que durante los últimos 12 meses el volumen almacenado en las presas de la entidad cayó en 27 por ciento, alrededor de 464 millones de metros cúbicos de agua, debido a las altas temperaturas.
El director de operaciones de la empresa, Francisco Cantú Rodríguez, aseguró que esta situación no provocará un desabasto del vital líquido en el estado, por lo menos en los próximos dos años.
Sobre el efecto de la sequía en los cultivos, el representante de Sistema de Productos Cítricos en la entidad, Fernando Cantú Guzmán, mencionó que la producción de naranja apenas y llega al 35 por ciento de sus niveles normales en años anteriores.
Este problema, expresó el funcionario, ha provocado un desplome de hasta 50 por ciento en las exportaciones de naranja, en el presente año.
Para mitigar los efectos de la prolongada sequía, la federación y el gobierno estatal han desplegado varios programas especiales con recursos en conjunto por unos mil millones de pesos.
El delegado de la Sagarpa en la entidad, Jorge Santos, informó que junto con otras dependencias federales, cuentan con un programa de 350 millones de pesos, para ayudar a productores agropecuarios y garantizar el abasto de agua en zonas rurales.
Entre los programas se encuentra un plan para otorgar incentivos de 400 pesos por cada vientre que el productor ganadero comercialice, con lo cual se ayudará en los costos operativos de alimentación de las reses.
Por su parte, el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz puso en marcha hace algunas semanas un programa de apoyos para unas 20 mil familias de seis municipios del sur de la entidad que han sido azotados por la sequía.
Los recursos del gobierno estatal ascienden a 630 millones de pesos y además se implementó un programa de empleo temporal, mediante el que se espera generar unos 35 mil puestos de trabajo en dicha zona.
El mandatario estatal también prometió el envío mensual de despensas con productos de la canasta básica y agua potable para ayudar a unas 20 mil familias de 462 comunidades del sur de Nuevo León.
La delegada de la Semarnat, Brenda Sánchez, indicó que implementaron un programa de empleo temporal para ayudar a unos siete mil ejidatarios de 53 comunidades al sur del estado, con recursos por unos 10 millones de pesos.
Refirió que los ejidatarios viven en los municipios de Aramberri, Mier y Noriega, Zaragoza, Galeana y Doctor Arroyo, y subrayó que “lo más importante es que fluya capital en estas comunidades porque no hay actividad productiva por la sequía“.
Los funcionarios federales y estatales confían en que los efectos de la sequía se reduzcan en los meses de agosto y septiembre, periodo en el que se pronostican lluvias abundantes en la región.
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