Mexico, D.F. / Junio 13.-
El arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, denunció los cada vez más “refinados métodos” de los delincuentes y narcotraficantes para ejecutar a inocentes, arrebatar los puestos de mando en los pueblos y ajusticiar a quienes le compiten en el cultivo y negocio de la droga.
El prelado refirió que ejemplo de ello es que en esta semana en la ciudad de Durango sucedió “una estruendosa balacera prolongada por horas” en la que resultaron personas muertas, heridas y detenidas, así como diversos decomisos.
Luego de encabezar la peregrinación de su arquidiócesis a la Basílica de Guadalupe, celebró la homilía y ante miles de peregrinos, reconoció que frente a este panorama sólo queda la fe, “Santa María de Guadalupe no nos desampares, sólo nos quedas tú y la esperanza”.
González Martínez denunció que a través de “refinadas hazañas” los delincuentes ejecutan a quienes les compiten en el cultivo, la comercialización o la distribución de enervantes, para liquidar a quien compite en el afan de enfermar por las adicciones el sistema nervioso de tantos adolescentes, jóvenes y adultos.
Enfermizo afán, subrayó el arzobispo de Durango, de ser más que otros, “arrebatándoles los puestos de mando en los pueblos, o para arrancar la vida a inocentes e indefensas criaturas desde el seno de sus madres”.
Asimismo, lamentó las visiones relativistas y reductivas con las que cada quien quiere medir la verdad con la medida de su propia captación mental.
Las secuelas de la lucha por el control del narcotrafico son los fenómenos cada vez más violentas de la inseguridad, violencia y extorsión en formas cada vez más crudas, “síntomas de una humanidad insensible, cruel e inhumana”, aseguró.
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