México, D.F.-
El incidente en el que un avión mexicano resultó incendiado en Venezuela y el paradero de sus ocupantes es todavía un misterio, pues ni autoridades de México ni las de aquella nación han dado una explicación clara sobre lo que sucedió con ella, e incluso más, han caído en diversas contradicciones sobre los tiempos y en la manera en que fue destruida la aeronave.
De acuerdo con información extraoficial cercana a las indagatorias, el avión Hawker 25, matrícula XB-MGM, se desvió de su plan de vuelo tras hacer una escala en la isla Bonaire, pues en lugar de dirigirse a Honduras, como lo informó entonces a las autoridades, penetró en territorio venezolano.
Este viernes, el secretario de Gobierno de Querétaro, Jorge López Portillo, dio a conocer que en la aeronave supuestamente abandonada, y que posteriormente fue incendiada, viajaban tres hombres y dos mujeres, además del piloto y el copiloto.
Los nombres de los pasajeros revelados por el funcionario son Isaac Pérez Dubond, Susana Bernal Rivas, Adriana Jezabel Cruz Méndez, Sergio David Franco Moga y Manuel Eduardo Rodríguez Benítez.
“Se corroboraron los nombres de los cinco pasajeros y de los dos tripulantes, se anexaron pasaportes de todos ellos y ninguno expedido en Querétaro”, confirmó López Portillo Tostado.
– Documentación falsa
Asimismo, el secretario informó que el piloto fue identificado como Carlos Alfredo Chávez Padilla, mientras que el copiloto, como Mauricio Pérez Rodríguez.
Sin embargo, horas más tarde el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pidió tomar con reserva las identidades dadas a conocer, pues reveló que los documentos que hacen referencia a los pasajeros son falsos.
Añadió que continúan las investigaciones para esclarecer la verdadera identidad de los tripulantes de la aeronave.
Jorge López Portillo también dio a conocer que el avión, estuvo durante tres días en el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro (AIQ), pero aseguró desconocer el motivo de la escala.
Al respecto, López Portillo Tostado dejó en claro que se trata de un tema que investiga la autoridad aeronáutica federal.
Desde el lunes las versiones sobre lo acontecido difieren, pues en un principio se manejó un derribo por parte de Venezuela, y que incluso los mexicanos podrían haber saltado antes de que la nave se estrellara.
Posteriormente, el gobierno de Nicolás Maduro afirmó que la nave había sido quemada en tierra por el ejército de su país.
El miércoles, las autoridades venezolanas difundieron que la nave fue obligada a descender y que habrían sido los propios ocupantes los que la quemaron.
La versión del gobierno de Querétaro es que la nave llegó procedente de Monterrey, Nuevo León, tres días antes del 4 de noviembre a los hangares del aeropuerto, día en que despegó a las 11:50 horas, con un plan de vuelo que tenía como destino final las Antillas Holandesas (una de ellas Bonaire).
Pero ingresó al espacio aéreo de Venezuela a las 22:36 horas, tiempo local. En la nave iban tres hombres y dos mujeres, además del piloto y el copiloto. Se dijo que seguramente habría hecho otra escala, pues era imposible que llegara a Venezuela tras ocho horas de vuelo sin abastecerse de combustible.
Una versión extraoficial, de una fuente cercana a la investigación en Venezuela, complementa la versión anterior, pero revela un desvío del avión de su plan de vuelo. Tras salir de Querétaro, la aeronave descargó pasajeros en Bonaire, una isla ubicada frente a la costa occidental de Venezuela, y dio un plan de vuelo directo a Honduras.
Frente a Barquisimeto, capital del estado de Lara, al occidente de Venezuela, se desvió al sur hasta Apure. En el interior iban tres personas junto con piloto y copiloto, y una persona que abordó en Bonaire.
Aviones caza Sukhoi de la Aviación Militar Bolivariana salieron de El Sombrero, capital del estado de Guárico, para obligar al avión a descender, lo cual hizo que aterrizara en Apure. La nave fue quemada en tierra por los militares venezolanos, mientras los ocupantes mexicanos huyeron hacia Colombia y es probable que ya estén en Panamá, según las indagatorias.
– Se investiga a supuesto dueño
Por su parte, el gobernador de Colima, Mario Anguiano Moreno, reconoció que en este asunto “no ha existido” una coordinación, apoyo o intercambio de información con las autoridades federales.
Sin embargo, mencionó que “ese no ha sido el pretexto para no iniciar las investigaciones por nuestro lado” para el caso del presunto propietario de la nave.
Pese a que no existe una información oficial sobre el particular, el Gobierno de Colima, a través de su equipo de seguridad, investiga el asunto, principalmente a Jorge Salazar Ochoa, supuesto dueño de la aeronave; “ya se viene sacando toda la información de él y los datos para ver si está aquí en Colima o no, para poderlo ubicar”.
Dijo que su administración sigue diversas líneas de investigación sobre el presunto propietario de la aeronave, Jorge Salazar Ochoa, de quien ya cuenta con información sobre las propiedades que pudiera tener en Colima.
Hasta el momento se ha ubicado una vivienda que está a nombre de él. “Lo que sigue es sacar los bienes que tiene, domicilios y todo; y la segunda línea de investigación es tratar de ubicarlo para saber si está en Colima, porque el hecho de que haya aparecido el nombre de él no quiere decir necesariamente que haya ido en el avión, entonces hay que investigar si está aquí en Colima o no”, comentó.
Manifestó la mejor disposición de su administración para cooperar con las autoridades federales o de otras entidades del país en torno a lo relacionado con este asunto.
“Nos ponemos a disposición de ellos”, dijo, y agregó que en tanto Colima adelanta las investigaciones y “si existe alguna acción en particular que ellos quieran que les ayudemos; es decir, ya se está trabajando en eso”, concluyó.
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