San Luis Potosí, S.L.P.-
El sacerdote Guillermo Gil Torres, párroco de la Iglesia Santa Rosa de Lima, fue detenido por elementos de la Policía Ministerial del Estado por el delito de abuso sexual calificado en agravio de un niño, con lo que sólo queda pendiente la aprehensión del sacerdote Eduardo Córdova acusado de abusar sexualmente de 19 menores.
Ayer viernes por la noche, los agentes interceptaron al párroco en su vehículo en la avenida de Las Artes esquina con Xicoténcatl, de la colonia Himno Nacional, huyendo de la justicia, dando cumplimiento a una orden de aprehensión de un juez penal, confirmó la Procuraduría General de Justicia del Estado.
El padre Guillermo Gil Torres, párroco titular de la Iglesia Santa Rosa de Lima, ubicada en la calle Francisco Villa, de la colonia 21 de Marzo, del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, fue consignado por el Ministerio Público por abusar de un menor, a quien además de hacerle tocamientos le mostraba material pornográfico.
Los familiares del afectado denunciaron que el abuso comenzó en noviembre en que el religioso invitó al menor a ver unas fotografías de unos viajes que realizó y le acarició las piernas. En varias ocasiones más, aprovechando que los padres del niño lo mandaban a ayudar con los trabajos de la Iglesia se lo llevaba con engaños a la Casa Pastoral, anexa al templo, le mostraba fotos en la que estaba desnudo y abusaba de él.
El niño bajó de calificaciones, “se le veía muy triste y nervioso” y le pidió a su abuela que nunca más lo mandara a la Iglesia, dándole a conocer lo que le hacía el sacerdote.
La abuela del niño denunció al párroco ante el Ministerio Público por la agresión sexual a su nieto y recurrió al Arzobispo José Carlos Cabrero Romero para pedir que se iniciara un proceso canónico en su contra, que determinó la suspensión temporal del clérigo.
El miércoles pasado, el Juzgado Tercero Penal otorgó a la PGJE una orden de aprehensión en contra del sacerdote Eduardo Córdova Bautista, por los delitos de abuso sexual calificado, violación, corrupción de menores y privación ilegal de la libertad a 19 adolescentes, pero hasta hoy sigue evadiendo la justicia.
TURNAN CASOS AL VATICANO
Mientras tanto, la Arquidiócesis de San Luis Potosí envió a la Santa Sede los expedientes de los procesos canónicos que integró en contra de los sacerdotes Francisco Javier Castillo Ríos, párroco del templo del Sagrado Corazón del municipio de Santa María del Río, acusado de violar a un niño y de Noé Trujillo, párroco del templo de Nuestra Señora de la Soledad, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, a quien se le investiga por abuso sexual a un menor.
El vocero del Arzobispado, Jesús Priego Rivera, informó que el Tribunal Eclesiástico abrió un proceso canónico en contra de Castillo por una denuncia que el 29 de mayo formuló la madre de un menor ante el Arzobispado.
En 2012 la mujer habría acudido ante el apoderado de la Arquidiócesis, el sacerdote Eduardo Córdova Bautista, quien en esa ocasión le pidió que no reportara al padre Castillo porque “iba a fracturar a la Iglesia”.
La mujer describió que el padre Castillo, titular del Templo del Sagrado Corazón, ubicado en la comunidad de Ojo Caliente, violó a su hijo a los 12 años de edad, durante dos años, haciéndole creer que era “parte de los sacrificios que debía aguantar si quería convertirse en sacerdote”. El cura -dijo la madre- había ofrecido apoyar en todo al menor para que ingresara al seminario porque le veía vocación sacerdotal.
El vocero de la Arquidiócesis comentó que la mamá de menor había denunciado al religioso en la Procuraduría de Justicia del Estado en 2012, pero no lo hizo en el Arzobispado porque afirma que Eduardo Córdova intervino para que no siguiera con el asunto.
Priego Rivera destacó la postura del Arzobispo de actuar en los tribunales eclesiásticos y ante las autoridades civiles de justicia en contra de los sacerdotes que incurran en conductas criminales que traicionando su ministerio sacerdotal abusen de víctimas inocentes.
El vocero dijo que también existe una investigación y está suspendido de sus funciones un diácono denunciado ante el Ministerio Público por abuso sexual.
Por su parte, el abogado de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Marco Antonio Luna, dijo que se envió al Vaticano el expediente del sacerdote Noé Trujillo, para que sea revisado y se emita un veredicto.
Ahora Noé Trujillo está suspendido de sus actividades sacerdotales.
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