México, D.F./Nov. 14
El Learjet 45 que se desplomó el pasado 4 de noviembre en las Lomas de Chapultepec había recibido mantenimiento en la ciudad de Houston, Texas, 12 días antes de la tragedia.
De acuerdo con la investigación preliminar presentada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, al avión se le cambiaron “diversos componentes y motores, así como incorporación de boletines de servicio y directivas de aeronavegabilidad”.
Aunque en principio se había dicho que la aeronave había sido construida en 1998, este viernes se precisó que fue fabricada en el año 2000 por la firma canadiense Bombardier Learjet.
Al 29 de octubre pasado la nave había acumulado 2 mil 486.5 horas de vuelo y 2 mil 215 ciclos de vuelo.
Los servicios de mantenimiento, tripulación y despacho eran proporcionados a la Secretaría de Gobernación —propietaria del jet— por la empresa Centro de Servicios Aéreos Ejecutivos (CESAE) que ganó la licitación correspondiente en diciembre de 2007.
Al presentar los avances de la investigación, la SCT aseguró que los peritajes demuestran, hasta ahora, que el avión no tuvo falla estructural alguna y que los dos motores nunca dejaron de funcionar.
También aclararon que por instrucciones de los fabricantes se cambió un tornillo al avión, al igual que se hizo con todos los modelos de esa serie por razones de seguridad.
Gilberto López Meyer, director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, explicó:
“Por una reconstrucción del estabilizador vertical, estabilizador horizontal y ambas alas, superficies de control y fuselaje, fue posible determinar que la aeronave no había sufrido una falla estructural en vuelo.
Se encontró evidencia de que ambos motores estaban instalados en la aeronave, funcionando y produciendo potencia y ambos dispositivos de frenado en reversa se encontraban posicionados en cerrado. Las computadoras del control electrónico digital de los motores fueron recuperados de los dos motores y la información fue extraída en las instalaciones del fabricante con personal de la Dirección General de Aeronáutica Civil presente.”
Aseguraron que una prueba adicional que permitió conocer que el aparato no sufrió un daño estructural en vuelo, ni tampoco estalló y se incendió en el aire, fue el video de una cámara de seguridad instalada en la Torre Omega, en Polanco, en el que se observa cómo la aeronave se precipita a tierra sin control y una vez en el suelo explota.
Declaraciones de cuatro testigos presenciales confirman que el avión cayó a tierra sin incendiarse.
De los peritajes realizados por el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte —agencia dependiente del Congreso de Estados Unidos— a las cajas negras se obtuvieron las comunicaciones completas del vuelo en el que viajaban el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, el ex zar antidrogas, José Luis Santiago Vasconcelos y otras siete personas. Pese a que la caja que contenía la grabadora presentaba un “impacto significativo y daños por fuego”, fue posible recuperar las conversaciones entre los pilotos y la torre de control, así como la comunicación interna de la nave. La calidad de audio de los registros recuperados fue calificada como “excelente”, es decir, pudo ser escuchada de manera clara y sin interrupciones.
Durante la presentación del avance informativo, el titular de SCT, Luis Téllez, señaló que investigaciones de otros accidentes similares se han demorado entre 11 y 35 meses, por lo que calificó de inédita la rapidez y apertura con la que el gobierno mexicano ha difundido los pormenores de las indagaciones.
Aclaró que las investigaciones seguirán hasta llegar a sus últimas consecuencias e hizo énfasis en que se analizará la licitación otorgada a la empresa CESAE, así como el historial de los pilotos y del operador de la aeronave y se harán estudios en un simulador diseñado por la NASA con la información del radar y de las cajas negras de voz y datos del vuelo que precedía al Learjet para determinar si su turbulencia de estela tuvo algún efecto en la caída del avión.
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