Tijuana, BC. / Junio 9.-
Anastasio Hernández Rojas pidió ayuda y clemencia a gritos hasta que se le extinguió el último aliento de vida, mientras más de 20 agentes fronterizos estadounidenses lo golpeaban y daban descargas eléctricas con táser o arma de electrochoques.
Es parte de lo que puede apreciar en cinco videos que se prolongan apenas dos minutos y medio y que fueron proporcionados por Humberto Navarrete Mendoza, quien al conocer la muerte del migrante una semana después de los hechos, aceptó dar su testimonio y las imágenes que grabó con su teléfono celular.
Decenas de personas que cruzaban de San Isidro, California a Tijuana, observaron la tortura y exigían que parara. Elementos del Instituto Nacional de Migración (Inami) y un oficial de la Marina Mexicana ordenaron a los testigos despejar el área en la Puerta México sin mostrar interés en intervenir.
Con desesperación y aparente temor muchas personas observaron la escena, mudas desde territorio estadounidense, mientras reclamaban justicia al cruzar a México, recordó Navarrete Mendoza, residente de San Diego.
“¡Ayuda!, ¡ayúdenme, por favor, señores, ayúdenme!”, clamaba Anastasio unos minutos antes de expirar. Es parte de lo que se observa en un video que dura 1:24 minutos.
La voz de una mujer que pide “ya déjenlo” se escucha fuerte en la grabación de Humberto, petición que queda sin repuesta porque Anastasio sufrió más golpes y al menos cinco descargas eléctricas antes de desfallecer, castigo que finalmente lo dejó inmóvil.
El propio Navarrete Mendoza cuestiona el uso excesivo de fuerza y advierte que Anastasio no se resistía.
En el mismo video, un agente interpelado asegura desconocer lo que está pasando, pero al mismo tiempo advierte: “obviously he’s not cooperating” (obviamente él no está cooperando).
Los gritos de dolor de Anastasio se confundían con las expresiones desesperadas de los observadores. Los lamentos superaban el ruido de la puerta giratoria de metal que conduce de la garita de San Ysidro, California, a la Puerta México.
Aunque la oscuridad de la noche impidió que la escena se grabara con claridad, Humberto aseguró que más de 20 agentes de Estados Unidos participaron en la golpiza.
La tortura
Eran las 20:00 horas del viernes 28 de mayo pasado. Humberto y un amigo se dirigían a Tijuana cuando escucharon los gritos de dolor. Estaban a más de 50 metros de la zona, pero supieron que algo ocurría.
El joven estudiante para asistente de medicina alcanzó a observar un grupo de agentes de la Patrulla Fronteriza y otros de gris que identificó como elementos de Aduanas y Protección Fronteriza.
Anastasio estaba tirado bocabajo, tenía las manos esposadas hacia atrás y un agente lo tenía sometido con la rodilla en la espalda, otro mantenía su pie en el cuello del mexicano, un tercer elemento participaba en la inmovilización.
“Me ganó ver que él (Anastasio) estaba indefenso”, recordó Humberto y explicó que por ello exigía que pararan los golpes.
Cuando ya se encontraba sometido y pidiendo ayuda, más agentes estadounidenses llegaron en otras patrullas y apenas bajaron de los vehículos arremetieron a golpes hasta que uno de ellos hizo una señal y todos se retiraron del hombre tirado.
Fue el momento en que iniciaron las descargas eléctricas.
Los golpes iniciaron en un área cercana al cerco que divide los dos países, pero conforme llegaron más uniformados estadounidenses el mexicano fue arrastrado hasta una zona alejada de la vista que no impidió que se les grabara. Con el efecto de las descargas eléctricas, él se retorcía y brincaba.
Buscaba el mundial y supo la tragedia
Aunque Humberto Navarrete Mendoza fue testigo de la brutal golpiza, nunca imaginó que fuera a derivar en la muerte de la víctima.
Apenas el martes, poco más de una semana después de los hechos, se enteró del desenlace. Buscaba información sobre el Mundial de futbol, pero se encontró con la historia de Anastasio y por ello decidió proporcionar los primeros videos que se han dado a conocer sobre el asesinato de Anastasio Hernández Rojas. “Lo que vi, algo me decía en mi conciencia que no era correcto”, refirió.
Hernández Rojas fue velado la noche del martes en una funeraria de San Diego, California, y hoy miércoles recibirá una misa de cuerpo presente para luego ser sepultado en aquel condado, afirmaron sus familiares.
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