México, D.F.-
Pese a que perdió la Presidencia de la República, para distintos especialistas el Partido Acción Nacional (PAN) no “está muerto”; sin embargo, el no retener bastiones importantes como Morelos y Jalisco sí representa una “crisis en el interior” del blanquiazul.
Víctor Alarcón Olguín, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y especialista en temas de Acción Nacional, aseguró que después de la debacle el PAN debe retomar sus orígenes ciudadanos para convertirse en una nueva oposición y definir el papel que va a jugar a partir de septiembre, cuando empieza la nueva legislatura.
Comentó que esta derrota lo lleva inmediatamente a un proceso de “reinvención y de balance crítico” que tendrá que afrontar como lo hizo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2000, cuando perdió por primera vez la Presidencia de la República.
En entrevista, Alarcón Olguín dijo que el PAN tendrá un largo camino de reorganización y de adaptación, pero “el PAN es un partido que no queda eliminado del todo del mapa político”, pues recordó que tiene 25% de electores y eso le da un margen de movilización y un voto duro.
Dijo que este resultado electoral es producto de las “luchas intestinas” que se vinieron desencadenando desde hace ya algunos años en el interior del PAN entre las diferentes corrientes, como la que encabeza el ex presidente Vicente Fox, el propio calderonismo, los conservadores, los corderistas y los creelistas.
En tanto, para José Antonio Crespo la derrota de AN lo pone en un panorama “difícil” porque quedan en una debacle, y afirmó que pierden autoridad moral para seguir teniendo su discurso tradicional.
Según su tesis, luego de 12 años de gobiernos panistas ya no queda nada de su discurso. “Después de este paso por el poder ya no hay credibilidad en su discurso, ahora van a tener que reestructurar sobre quién sabe qué discurso que resulte creíble, es una crisis fuerte, es una crisis de identidad”, aseguró.
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