México, D.F.-
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación dirigida al comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Ardelio Vargas Fosado, por violaciones a los derechos humanos de un niño hondureño de 12 años que viajaba solo.
La recomendación 27/2015 indica que servidores públicos del Instituto ignoraron el principio del interés superior de la niñez, primeramente alojado en la estación migratoria de Toluca, Estado de México, y luego en la de Iztapalapa, Distrito Federal.
Una vez analizadas las constancias que obran en el expediente CNDH/5/2013/6995/Q, la Comisión concluyó que se vulneraron los derechos humanos a la protección de la salud y a la seguridad jurídica del agraviado.
La CNDH recomienda reparar el daño ocasionado al niño, en términos de la Ley General de Víctimas, además de garantizar que sea proporcionada una correcta atención médica a las personas alojadas en las estaciones migratorias, de manera prioritaria a las niñas, niños y adolescentes (NNA) en contexto de migración no acompañados.
El 13 de septiembre de 2013, un servidor público trasladó al niño a las instalaciones del Sistema Municipal DIF de Huehuetoca, Estado de México, por alterar el orden en ese municipio “al encontrarse muy alterado y con olor a Resistol 5000”, indica la Comisión en un documento.
El 14 de septiembre fue trasladado a la estación migratoria de Toluca, donde le fue tomada una radiografía del brazo izquierdo, por personal de la Cruz Roja de Toluca, ya que tenía un golpe que dijo, le dolía mucho; el médico responsable refirió que la lesión ameritaba intervención quirúrgica para fijar el cartílago del crecimiento de la muñeca del brazo izquierdo, ya que comprometía el crecimiento del radio en todos los ejes, pero por tratarse de una lesión no reciente se requería la intervención de forma urgente, asimismo, otro servidor público le realizó una valoración médica en la que concluyó que estaba en “buenas condiciones de salud”, omitiendo la indicación médica sobre el brazo.
El 26 de septiembre de 2013 se recibió, vía correo electrónico, una queja donde se señala que el 14 de ese mes, un servidor público jaloneó y gritó a un menor de edad en contexto de migración no acompañado, quien estaba alojado en la estación migratoria de Toluca.
Ese mismo día, dicho servidor ordenó el traslado del niño a la estación migratoria en Iztapalapa, Distrito Federal, con la finalidad de que fuera alojado hasta que se resolviera su situación migratoria.
Durante su estancia en el recinto migratorio del Distrito Federal, el niño fue separado del resto de la población y encerrado en una “celda” en el área de adultos por 5 días, situación que fue corroborada por una autoridad responsable, quien indicó que tal medida obedeció al comportamiento “difícil” del agraviado.
Al ser entrevistado el 2 de octubre por un visitador adjunto de esta Comisión Nacional, el infante relató que durante su recorrido por Chiapas, mientras viajaba en el tren, se resbaló de las escaleras de las que se sostenía y cayó en las vías, lastimándose el antebrazo izquierdo. Ese día el visitador adjunto solicitó que el niño fuera enviado a un hospital, ya que el padecimiento requería atención urgente.
Sin embargo, al haber transcurrido 18 días del accidente sin atención médica, un especialista de traumatología y ortopedia del Hospital de Tláhuac declaró que ya se había formado un puente y callo óseo a nivel de la fractura del radio izquierdo, originando una mala consolidación ósea, estableciéndose que el niño debió de haber sido enviado al hospital inmediatamente después de ingresar a la estación migratoria en Toluca.
El expediente del menor fue resuelto el 8 de octubre de 2013, mediante retorno asistido, siendo trasladado a su país de origen seis días después.
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