Cd. de México.-
Mi arma “la accioné, si, la tuve que accionar”, reconoció José, elemento de la Policía Federal ante legisladores integrantes de la Comisión Especial de Seguimiento a los hechos ocurridos el 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca, durante el operativo de desalojo que dejó cientos de heridos, policías y civiles.
Ante legisladores, tres elementos policiacos federales retenidos durante dos días y que emplearon los seudónimos Juan, José y Luisa, rindieron su testimonio de los hechos, como parte de los trabajos de la comisión para indagar lo ocurrido.
Todos fueron golpeados, macheteados por presuntos pobladores, y los dos últimos fueron rociados con gasolina y amagados con ser quemados vivos.
Pero por momentos el encuentro con legisladores se volvió careo, cuando el senador Fidel Demédicis, del PRD, cuestionó a José, quien relató que se le ordenó acudir al lugar donde se realizaba el operativo, cuando ya había violencia y recibió el impacto de un petardo cuando realizaba acciones para sacar a sus compañeros del lugar.
– ¿Usted llevaba armas?
– Después de que se empezaron a recibir y a haber heridos por armas de fuego, si hubo la instrucción de que una pequeña parte del personal que acudiría llevara equipo táctico.
– Insisto, ¿usted llevaba arma?
– Yo llevaba arma, sí..
– ¿Qué tipo de arma llevaba?
– Yo llevaba mi pistola
– ¿Qué calibre?
– .9 milímetros
– ¿La accionó?
– La accioné, si, la tuve que accionar…
El cuestionamiento molestó a otros legisladores y la presidenta de la Comisión, Mariana Gómez del Campo, del PAN, llamó al orden pues la Comisión no es Ministerio Público, aclaró. “A ver senador le pido primero el acuerdo fue…”, pero el perredista se defendió “tranquilos, el pueblo tiene derecho a saber”.
Aunque Demédicis amagó con salirse del encuentro, permaneció en él y aclaró que sus cuestionamientos para saber qué órdenes recibieron y de quién –nombres que el director de Asuntos Jurídicos de la Policía Federal, David Baeza Tello, presente en la reunión, se comprometió a entregar en privado por ser parte de la investigación—pretenden evitar que sean policías sin mando los que resulten los “chivos expiatorios”.
Demédicis expuso que, como maestro, le ha tocado “yo les he rogado…no nos peguen somos pueblo, nosotros somos maestros, no nos peguen”.
Pero David, otro elemento policiaco presente, relató “nos topamos con personas armadas, con cuetes, machetes, piedras,…entonces si a aquélla persona no la puedo yo golpear, entonces para mí ¿Aquélla persona si me puede dañar? O no sé, ¿Entonces yo puedo morirme? O no sé qué piensen ustedes, porque también soy ser humano”.
Los legisladores mostraron posturas divididas aunque expresaron su solidaridad con todos los heridos, civiles o policías, como los 9 que acudieron al encuentro este jueves, pertenecientes a la División de Fuerzas Federales y a la División de Gendarmería.
La diputada priísta Mariana Benítez Tiburcio repudió que por ser policías se les revictimice pues los hay también abusivos y corruptos. Pero “es un principio constitucional la presunción de inocencia, dudar de su inocencia aquí frente a las cámaras es revictimizar o presumir que pudieran haber disparado, pudieron haber matado”.
La diputada del PVEM, Jorgina Gaxiola Lezama, advirtió además “un maestro no rocía de gasolina a una persona, a un oficial, con la intención de prenderle fuego y matarlo. Eso para mí no es un maestro”.
“Yo también soy profesor” dijo el diputado del PRI, Francisco Escobedo al pedir que todos los conflictos se resuelvan vía el diálogo.
De acuerdo con sus relatos, los elementos policiacos expresaron que los primeros disparos comenzaron entre 10 y 11 de la mañana, después de que repicaron las campañas del pueblo, alrededor de las 9 de la mañana.
Desatada la violencia, y debido a que iban heridos, fueron trasladados por algunos pobladores a la iglesia del lugar, ante el intento de linchamiento masivo. Ahí, el párroco, médicos y mujeres de la población vieron por su seguridad, aunque a lo lejos se escuchaba a una maestra “pedir venganza” y hubo intentos de sacarlos para agredirlos.
Para la liberación, señalaron, el titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo Oaxaca, Arturo Peimbert, más que ver por su salud habría operado como si fuera negociador de un secuestro, para intercambiarlos con líderes de la sección 22 que habían sido aprehendidos.
La senadora Gómez del Campo recordó que en breve se buscará que la Comisión sea recibida en Nochixtlán.