México, D.F. / Nov. 28
En los días posteriores al secuestro de Silvia, hija del ex dirigente deportivo Nelson Vargas, sus plagiarios enviaron a la familia dos bolsas con sus pertenencias, para demostrar que tenían a la joven. Ocho meses después, los responsables de la investigación no habían realizado prueba alguna en las bolsas, en busca de huellas digitales o algún otro rastro. Y lo más grave: habían perdido una de ellas.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el también empresario lamentó que la PGR responda a sus acusaciones “con un desmentido” en el que ellos mismos admiten que hay anomalías que están siendo investigadas, pues esas fallas pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte para la víctima en un secuestro.
“La Visitaduría General, que es un órgano de control, está investigando procedimientos inadecuados. Esos procedimientos inadecuados esos pueden ser la diferencia; estas faltas pueden ser la diferencia entre la resolución de un secuestro o no: en eso está, se puede pensar que está entre la vida y la muerte”, afirmó.
El ex dirigente de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) explicó que hubo una acumulación de “errores garrafales” en la investigación, una vez que se perdió el contacto con los secuestradores, y que llevaron a la pérdida de evidencia clave, no solo la bolsa con las pertenencias de la joven plagiada.
“No se solicitaron las grabaciones de las más de 40 cámaras de seguridad, públicas y privadas, ubicadas en el trayecto desde que mi niña salió de su casa para llegar a la escuela”, detalla.
Además, sostiene que el personal de la Agencia Federal de Investigación (AFI) a cargo de la indagatoria le mintió, asegurándole que no había cámaras, “cuando yo conté más de 40”.
Nelson Vargas descalificó también las cuatro líneas de investigación que detalló la PGR en su comunicado del miércoles, pues considera que se trabajaron “tarde y mal”.
La investigación sobre otros casos en la escuela de Silvia “estuvo mal hecha y fue tardía”; con Oscar Ortiz, presuntamente vinculado a la banda de secuestradores “Los Rojos”, “apenas iniciaron el mes pasado, gracias a la información proporcionada por un ciudadano, detalló.
En cuanto al intercambio de información entre instituciones, Vargas aclaró que en el expediente no hay constancia alguna de esa coordinación, ni seguimiento o identificación de casos similares al secuestro de su hija.
Sobre la línea referente a la red de vínculos, en la que se han realizado diferentes acciones con base en los vínculos de telefonía de los sospechosos, admitió que se han realizado los 11 cateos detallados por la PGR, pero “todos tarde y mal. Así pudieran hacer 50, no han tenido éxito, no han encontrado a mi hija”.
Advirtió que las autoridades responsables de las investigaciones tratarán de desviar la atención acerca de sus responsabildades en este caso, que se pueden resumir en una “acumulación de errores garrafales”.
Cuestionado acerca de si, pese a los errores que detalla, sigue confiando en las autoridades, respondió que no le corresponde hacer justicia por propia mano y estar operando y rescatando a mi pequeña porque va en contra de la ley.
“No me queda otra. Voy a insistir día a día hasta encontrar a mi hija…Me da pena la gente que no tiene acceso, no es persona pública, pero todo lo que estamos haciendo es para ayudar también a esa gente”, señaló.
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