Cd. de México.-
Son dos fotografías, fechadas el 23 de julio de 1968, a unas horas de haberse ocurrido un enfrentamiento en La Ciudadela y que ocasionó el inició del Movimiento Estudiantil de 1968.
Son imágenes históricas que captó el entonces reportero Elías Chávez para EL UNIVERSAL, y en una de ellas se observa a un joven acorralado contra una pared, discutir con cuatro granaderos, dos de ellos armados y unos metros atrás, un menor, al parecer vendedor de periódicos, observa la represión. El adolescente fotografiado es Ernesto Zedillo Ponce de León, ex presidente de México, quien como estudiante de la Vocacional 5 del IPN, participó en el movimiento que marcó un antes y después en la historia del país y que este año cumple su 50 aniversario.
“Sí, soy yo”, fue la confirmación que ex mandatario dio a El Gran Diario de México en su edición del 7 de septiembre de 1998, y quien aseguró al reportero Juan Arvizu que a pesar de que era un estudiante que se identificaba con las posiciones moderadas en ese momento “los granaderos nos surtieron a golpes”.
En la otra fotografía se observa al joven politécnico protegerse con sus manos de recibir un culatazo por un granadero.
En un despacho de Los Pinos, Zedillo Ponce de León afirmó, 30 años después de los hechos, que en 1968 como integrante del grupo cultural denominado “Emiliano Zapata” era un estudiante “progresista” como todos los chavos que se iban a leer a Pablo Neruda a los cafés chinos de la calle de Bucareli.
“No estamos construyendo la democracia en estas elecciones (en 1997). La reforma política empezó en 1968 y se desarrolló de manera progresista, acumulativa y paulatina. Ha pasado varias etapas y en todas ellas se ha ganado mucho; en todas ellas el país ha madurado políticamente y se ha enriquecido nuestra pluralidad”.
En la residencia oficial, Ernesto Zedillo Ponce de León aseguró en 1998 que “todo empezó en 1968 cuando surge el reclamo popular por un México más democrático”.
El 22 de julio de ese año en la Plaza de la Ciudadela, donde se encuentra el edificio de lo que fue la Escuela Vocacional 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), ocurrió un pleito entre alumnos de las escuelas Vocacionales 2 y 5 contra estudiantes de la preparatoria Isaac Ochoterena, localizada en la misma zona e incorporada a la UNAM. La riña se produjo a raíz de un partido de futbol.
Al día siguiente, el 23 de julio, tras un nuevo pleito entre los estudiantes, policías del Departamento del Distrito Federal ingresaron a las instalaciones de la Vocacional 5 para detener y golpear a estudiantes y maestros.
Después de la represión de ese día, profesores y alumnos acudieron ante el entonces regente Alfonso Corona del Rosal para protestar por la detención de los jóvenes y exigir su liberación; como resultado, también ellos fueron detenidos.
Estos hechos desataron las primeras huelgas de protesta en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) en respaldo a la Vocacional 5; así como, en los siguientes días, los primeros enfrentamientos con la Policía en el marco de la marcha que se hacía anualmente en el aniversario del inicio de la revolución cubana, y la ocupación por los alumnos de las sedes de las preparatorias 1, 2 y 3 de la UNAM.
En respuesta por los enfrentamientos con el cuerpo de granaderos, el gobierno federal envía al Ejército, el cual atacó las instalaciones de la Escuela Nacional Preparatoria 1 en lo que se conoció como el “bazucazo” contra la puerta del Antiguo Colegio de San Ildefonso. Después tomó las preparatorias 2, 3 y 5 de la UNAM y la Vocacional 5 del Politécnico.
Tras la agresión, las huelgas se generalizaron en el Politécnico y la UNAM, y se sumaron a las protestas las universidades privadas que había en la Ciudad de México. A los pocos días, el recién nacido movimiento estudiantil de 1968 se extendía por todo el país.