México, D.F.-
Es necesario que en México se frenen las excesivas importaciones de productos lácteos de Estados Unidos, que entre 1993 a 2013 pasaron de 250 millones a mil 200 millones de dólares, así como reducir el costo de producción que se ha incrementado en más de 100 por ciento, subrayó Vicente Gómez Cobo, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (Anglac).
En conferencia de prensa, dijo que estas importaciones son contradictorias si se considera que el valor actual de la tonelada de leche en polvo, es de alrededor de cinco mil dólares, lo que equivale a un precio de 8.20 pesos por litro, tomando en cuenta los costos de rehidratación y el transporte, mientras que en México a ningún ganadero se le pagan más de siete pesos.
Gómez Cobo, resaltó que para el 2020, en México, se espera que se reduzca el número de productores en un 40%. Es decir, que desaparezcan 80 mil de éstos y disminuya el número de vacas en un 15 por ciento, con lo que los que se dedican a esta actividad, dejarán de existir en el sector.
Detalló que en el país se ordeñan alrededor de 2 millones de vacas diarias. Esta acción se hace unos 300 días del año, los otros 60 en periodo de espera de su parto, pero la mayoría de los productores son en pequeño.
Con ello, 200 mil venden todos los días leche, de los cuales, 195 mil posen menos de 100 vacas. “Entonces estamos hablando de una pulverización de la producción muy importante, lo cual le da gran valor social a la actividad.
En este marco, sostuvo que debe aprovecharse la oportunidad inmejorable que tiene México de alcanzar su autosuficiencia en leche y sus derivados en el próximo quinquenio, e incluso convertirse en exportados, fundamentalmente a países asiáticos.
De acuerdo con Gómez Cobo, están dadas las condiciones para aumentar la productividad y pasar de los 11 mil millones de litros anuales de producción a más de 20 mil millones al final del sexenio, para lo cual se requiere de ordenamiento del mercado a fin de dar certidumbre a los productores.
“Si los ganaderos lecheros pudieran acceder al mercado mundial, abastecer a industrias de otros países que fueran viables, en ese momento los precios se intercambiarían más por la cercanía. En cambio, ahora el ganadero mexicano está cobrando en promedio, entre un peso y uno cincuenta menos, comparado con lo que le cuesta actualmente a la industria traer la leche del extranjero”.
Resaltó que expertos internacionales han advertido que para el 2022 a nivel mundial se estima enfrentar un déficit de leche, con lo que las posibilidades reales de México aumentan en dos vertientes: alcanzar la autosuficiencia y redoblar esfuerzos para generar excedentes que demandarán los países deficitarios, particularmente del continente asiático.
“Si se tiene un país donde se puede producir leche, una demanda creciente del producto de manera interna y con propósitos de exportación y con precios atractivos, es muy recomendable aprovechar esta oportunidad ahora mismo. No debemos esperar los cinco años. Sabemos que hay un mercado nacional de grandes proporciones y hay que aprovecharlo”.
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