México, D.F. / Mayo 3.-
El índice de desarrollo humano de los hogares en México presentó un “avance moderado” entre 2000 y 2008 impulsado por avances en salud y en educación, según un informe presentado por una agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
No obstante, en materia de ingresos, hay un estancamiento derivado de la crisis económica de 2006.
El reporte “Índice de Desarrollo Humano de Hogares e Individuos 2008”, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), detalló que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de los hogares mexicanos pasó de 0.742 en el año 2000 a 0.758 en 2008, es decir, una mejora de 2.2%. El IDH se mide en una escala de 0 a 1, donde consideran que es alto cuando está por encima de 0.8; medio, entre 0.5 y 0,799; y bajo si es menor o igual a 0.499.
El aumento en el IDH en este periodo fue impulsado principalmente por el índice de educación, que creció 3.1%, seguido por el de salud, que lo hizo en 3% y, finalmente, el índice de ingresos, con un incremento de 0.3%. En este desempeño, destaca la caída de 0.2%, entre 2006 y 2008, al inicio de la crisis económica mundial.
El organismo internacional señaló que se observa un considerable rezago de la población indígena respecto de la no indígena; un mayor desarrollo en las zonas urbanas que en las rurales, y un mejor desempeño en términos de desarrollo para hombres que para mujeres.
El secretario general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Félix Vélez, dijo que el desarrollo humano de los indígenas es similar al que tenía el país en su conjunto hace 50 años.
Rodolfo de la Torre, coordinador general de la Oficina Nacional de Desarrollo Humano del PNUD, destacó que de acuerdo con los resultados del estudio, los indígenas presentan un índice de desarrollo humano equivalente a 88% del mismo indicador para la población pobre no indígena.
Esto significa que los indígenas de entre 45 y 65 años tienen un índice de desarrollo humano más bajo que los niños de poblaciones de cero a 6 años.
El representante del PNUD en México, Magdy Martínez, dijo que los resultados muestran que los programas de apoyo social han sido importantes para “amortiguar” impactos de la crisis.
En el texto presentado este lunes por el PNUD, se indica que mientras que el grupo de profesionistas, directivos y funcionarios registran los mayores niveles de desarrollo en el país, los grupos de edad avanzada registran un IDH relativamente bajo, que puede ser indicativo de rezagos generacionales en educación y de problemas para una adecuada atención de las condiciones de salud particulares de este grupo.
Los hogares cuya jefatura se emplea en actividades agrícolas, ganaderas, silvícolas, de caza y pesca obtienen, en promedio, los menores niveles de desarrollo humano, seguidos por aquellos encabezados por ayudantes, peones y similares que participan en el proceso de fabricación artesanal e industrial, o vendedores y trabajadores ambulantes.
Rodolfo de la Torre, principal autor del reporte, dijo que se actualizarán los datos a 2010, lo que permitirá tener una idea más clara del impacto que la crisis tuvo en el ingreso de los hogares y si afectó o no el IDH general.
Martínez-Solimán dijo que a pesar de que las diferencias entre los más pobres y los más ricos han disminuido ligeramente, aún persisten.
Detalló que se observa que de acuerdo con las estimaciones que se desprenden del informe, entre 2000 y 2008, 10% de la población con menores ingresos registró un avance de 6.9% en su índice de desarrollo humano, mientras que 10% de la población con más ingresos, avanzó en 0.4%.
Finalmente, al examinar la información por grupos de edad, la ONU encontró que una vez pasados los primeros años de vida de los ciudadanos mexicanos, las desigualdades que representan una pérdida para el desarrollo parecen acumularse con el tiempo.
La menor pérdida desarrollo se registra en el grupo compuesto por individuos entre los 12 y 14 años, que en 2008 era de 13%. Al pasar a grupos de mayor edad, las pérdidas de desarrollo atribuibles a la desigualdad aumentan hasta llegar a ser, en el mismo año, 66% para los que están entre los 60 y 64 años.
“Lo anterior da cuenta de las diferencias en el desempeño de distintas generaciones, pero también sugiere que las desigualdades registradas para ciertas edades se magnifican con el tiempo”, dijo el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
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