Las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) advierten que todos los ámbitos de la vida social de México manifiestan una descomposición galopante producto de las políticas del presidente Felipe Calderón, lo que hace esperar una mayor crispación e inconformidad económica y política, en vista de que los grandes rezagos ancestrales del país hacen que los problemas de justicia social se conviertan en una olla de presión.
Dicen respetar el llamado a la mediación que ha hecho el EPR para buscar a sus militantes desaparecidos. “No pensamos que la negociación sea sinónimo de claudicación. Lo importante para todo tipo de diálogo es saber aprovecharlo para avanzar en el proceso revolucionario o para resolver o ayudar a resolver una problemática específica”, en el caso de dar con el paradero de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.
Mencionan que las condiciones objetivas para un gran estallido social están más que dadas, aunque no así las condiciones subjetivas, en vista de la falta de unidad de las fuerzas progresistas.
En entrevista electrónica con el diario EL UNIVERSAL, el grupo guerrillero señaló que “sin embargo, en eso estamos trabajando todas las fuerzas sociales, políticas y político-militares, en desarrollar y agudizar las condiciones subjetivas del estallido”
Pone como ejemplo de este ambiente la experiencia de la APPO en 2006, donde se da prácticamente una insurrección del pueblo, lo que para el grupo armado es un signo de adelanto de lo que puede estar por venir.
Lamenta, que la unidad, no sólo guerrillera, sino de todas las fuerzas opuestas al actual estado de cosas todavía afronte obstáculos. “Hay avances, se está progresando lentamente, pero no a la velocidad que las condiciones objetivas lo plantean, desafortunadamente”.
Dice que en el tema de la desaparición política de personas no todos los actores se han pronunciado en contra, ya sea porque no conviene a sus intereses o porque hay un temor de tocar esos temas que parecen espinosos y en los que no quieren verse involucrados.
La solidaridad la ven sólo cuando les pasa algo a ellos, “pero se equivocan, no saben que el día menos pensado a cualquiera de nosotros nos puede tocar”, dicen en lo que califican como “un cuestionamiento muy respetuoso” a todos los sectores sociales progresistas y revolucionarios.
Asimismo, el grupo guerrillero califica de “ilusión”, el que alguien, desde la óptica social “pretenda concentrar en un solo tipo de lucha la concientización y la subsecuente liberación del pueblo”, ya que consideran que todas las formas de lucha son válidas, siempre y cuando sirvan para elevar el nivel de conciencia y de organización popular en el país.
Aun así advierte que antes de intentar cualquier tipo de coordinación o unidad de esfuerzos, cada fuerza opositora tiene qué hacer todo lo posible por lograr su fortalecimiento.
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