México, D.F.-
El Instituto Federal Electoral (IFE) incurrió en irregularidades al constituir su Fondo de Modernización Inmobiliaria -conocido como “el ‘cochinito’ del IFE”- concluyó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y solicitó a la Contraloría General del instituto iniciar procedimientos administrativos contra quienes autorizaron su constitución; decidieron no reintegrar a la Tesorería de la Federación los recursos para constituirlo y no informaron “verazmente” el origen del dinero para crearlo.
De acuerdo con el Informe de Resultados de la Fiscalización de la Cuenta Pública 2010, la ASF presumió un daño patrimonial por 348 millones 346 mil 193 pesos, por este caso.
El 20 de diciembre de 2010, la Junta General Ejecutiva del IFE autorizó la creación del fondo con un monto inicial de 210 millones de pesos, con el objetivo de remodelar o adecuar bienes inmuebles propios y arrendados e incluso adquirir algunos, con la finalidad de disminuir el gasto en rentas. Los recursos provenían de ahorros y economías generadas por el instituto.
Cuando se hizo pública su creación -en enero de 2011- el fondo ya contaba con 348 millones 346 mil 193 pesos.
Por ese entonces, el Contralor General del IFE, Gregorio Guerrero aseguró que el instituto debía reintegrar estos recursos a la Tesorería de la Federación en vez de constituir el fondo.
La Auditoría le dio la razón y precisó que el instituto no podía destinar los recursos con los que se constituyó el Fondo a este fin, porque las erogaciones previstas en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) que no sean devengadas al 31 de diciembre de cada año no podrán ejercerse.
“Está prohibido realizar erogaciones al final del ejercicio con cargo a ahorros y economías del PEF que tengan por objeto evitar el reintegro de los recursos”, concluyó la Auditoría.
Precisó a su vez que “la autonomía del IFE conlleva libertad institucional, pero siempre con sujeción a una normativa jurídica… cuyos preceptos no puede incumplir, derogar, ignorar o modificar”.
El presidente del IFE, Leonardo Valdés aclaró que si la ASF concluye que deben regresar los recursos lo harán. De lo contrario comenzarán a ejercer los recursos, en el segundo semestre del 2012.
Recordó que el instituto tiene necesidad de comprar inmuebles, pues gasta más de 200 millones de pesos en rentas.
Datos equivocados
De acuerdo con la Auditoría practicada al llamado “cochinito del IFE”, el 21 de enero de 2011, la Dirección Ejecutiva de Administración (DEA) abrió una cuenta en Banorte para crear el fondo, pero no bajo la figura del fideicomiso -que era lo correcto-, “dado que no se podía autorizar erogaciones del Presupuesto de Egresos para 2010, con el objetivo de adquirir inmuebles”.
Además, la DEA registró como devengado el depósito de los recursos, pese a que no se trataba de un pago a tercero, sino de una transferencia a una cuenta bancaria que sería manejada por el propio instituto.
Gracias a dos estados de cuenta (uno de Banamex y otro de Bancomer), la ASF concluyó que los 348 millones citados no habían sido reintegrados a la Tesorería de la Federación, como legalmente correspondía, sino mantenidos en poder del instituto.
Otra irregularidad detectada por la ASF fue que los recursos habían sido registrados como erogaciones recuperables, pese a que no se trataba de préstamos otorgados por el IFE.
Además, el IFE informó al ASF que los recursos para constituir el fondo provinieron principalmente de la no ocupación de plazas del servicio profesional electoral.
Dado que los proyectos relacionados con el servicio profesional electoral no tienen fijados metas y objetivos, la Auditoría no pudo concluir si realmente se trataba de ahorros presupuestarios.
El dinero, agregó, provino de la partida arrendamiento de Edificios y Locales.
“El IFE no informó verazmente del origen de los recursos para constituir el Fondo”, concluyó la ASF.
Por todas estas irregularidades, la ASF pidió a la Contraloría General del IFE iniciar procedimientos administrativos contra quienes resulten responsables de los actos.
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