México, D.F. / Agosto 2.-
Para la jerarquía de la Iglesia católica, México desarrolló en los últimos años una “alternancia en la corrupción”, que tiene plagado de irregularidades cualquier asunto público, por lo que llamó a establecer una lucha similar a la que se tiene contra el narcotráfico, pero ahora contra “los malos gobernantes y pésimos funcionarios públicos”.
Los líderes religiosos en México aseguraron, a través de la editorial del semanario Desde la Fe, que cualquier tema público en el país está lleno de irregularidades, y se aprecia en las ayudas que se otorgan a programas como Procampo, en el cual se beneficia, incluso, a los narcotraficantes, la distribución de gasolina en Pemex, que sigue teniendo “escandalosos saqueos en sus ductos sin que se haga algo”.
De igual manera, señalan que existe corrupción en la concepción de guarderías del IMSS, dónde los socios son algunos gobernantes en turno y sus familiares.
También se aprecia en la protección a narcotraficantes y extorsionadores por parte de “funcionarios públicos y jefes policíacos del más alto nivel”.
Los jerarcas católicos acusan que también existe “desviación de fondos para la educación y la salud”.
Persisten los abusos de los líderes sindicales “con su infinita capacidad de corromper”, y lo que llamó “oscuros intereses” de algunos medios de comunicación.
La postura de la Iglesia católica se dio a conocer en el semanario difundido durante la misa en la Catedral Metropolitana, en la que ahora estuvo ausente el cardenal Norberto Rivera.
Bajo el título “De nuevo la corrupción”, la Iglesia señala que los mexicanos “debemos estar preocupados porque no hemos logrado cambiar la cultura de la corrupción y los partidos políticos tampoco han hecho su tarea”.
Al contrario, apuntó, han dejado que las cosas sigan igual.
Sin mencionar el nombre del Partido Revolucionario Institucional (PRI), acusa que después de las elecciones federales del 5 de julio “comenzó a acentuarse el temor por un posible regreso de la corrupción”.
Sin embargo, dice que dicha corrupción nunca se ha ido, ya que son constantes las irregularidades en el funcionamiento del servicio público y en el comportamiento de los ciudadanos.
Explica que hasta ahora este es uno de los grande problemas no resueltos de la llamada alternancia en el poder, por lo que considera que más bien, lo que se ha suscitado es una “alternancia en la corrupción”.
Sin referirse por su nombre al resto de los partidos políticos acusa que todos ellos han desarrollado una capacidad de corrupción y hasta de autodestrucción para consolidar o buscar “el poder y el dinero”.
Como consecuencia, señala como ejemplo, la decisión del gobierno de Canadá de imponer visas a los mexicanos, dado que “hemos dejado de ser confiables debido al abuso y corrupción ante nuestras propias leyes”.
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