Acapulco, Gro.-
La Arquidiócesis de Acapulco contradijo la versión del fiscal general del estado, Javier Olea Peláez, sobre el asesinato de los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes.
En un comunicado, la Arquidiócesis expresó su extrañeza por las declaraciones que dio el fiscal en una conferencia de prensa el
pasado martes.
La Arquidiócesis dice que les parece extraña la versión: “cómo fue posible que integrantes de distintos grupos delictivos, portando armas, hayan podido convivir en un baile sin que haya ocurrido un incidente, no parece ser un actuar ordinario”.
Sobre las causas del crimen, el fiscal dijo que podrían ser dos razones: una, que en el baile se dio una riña y dos, que el sacerdote Germaín Muñiz fue identificado como integrante de un grupo delictivo por unas fotografías que circularon en las redes donde está posando con armas largas y otra junto con hombres armados.
Sobre la primer causa, la Arquidiócesis detalló que los cuatro sobrevivientes del ataque, la hermana del sacerdote Germaín, un
profesor, un pescador y una química, afirmaron que en el jaripeo no tuvieron ningún conflicto y no hubo ninguna riña.
“Los sobrevivientes relataron que cuando regresaban a Taxco, rebasaron el carro de los agresores y ellos los alcanzaron, les obstruyó el paso y los baleó”, sostiene la Arquidiócesis.
Sobre las fotografías, explicaron que fueron tomadas en una ocasión en que el sacerdote pasaba por ese camino para ir a atender comunidades de su parroquia. Y agrega: “No son prueba de que este sacerdote se encuentre involucrado en el crimen organizado”.
La madrugada del lunes, hombres armados atacaron a tiros una camioneta en la carretera federal Iguala-Taxco, donde viajaban los dos sacerdotes y cuatro personas más.