Guerrero.-
El suceso ocurrió en San Miguel Totolapan, Guerrero, cuando los moradores se alzaron en armas y tomaron de rehenes a 24 personas relacionadas con el grupo delictivo Los Tequileros. Entonces entregaron a la mamá de un capo a cambio de un ingeniero secuestrado.
Este pueblo que parece pasar desapercibido en el mapa geográfico saltó a las primeras planas cuando le dieron al crimen organizado “una sopa de su propio chocolate”.
Cansados de los secuestros y de las extorsiones la gente se armó y formó un grupo de autodefensas el cual, ante la ineficacia de las policías, decidió tomar la justicia por sus manos.
Los Tequileros son el brazo armado de Guerreros Unidos, un cártel local que busca disputar una de las zonas del estado, conocida como Tierra Caliente, a La Familia Michoacana, aliados del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El control de Guerrero es importante para los cárteles porque es el primer productor de amapola en México y el segundo en marihuana.
En un video difundido el lunes, los pobladores le declararon la guerra al grupo criminal e invitaron a los habitantes a sumarse a su movimiento.
Demandaron la libertad de los levantados y secuestrados, así como el restablecimiento de la paz.
En medio de la tensión y por el temor a un enfrentamiento armado, representantes del gobierno de Guerrero se trasladaron el miércoles al poblado para tratar de mediar entre ambos y acordar el intercambio de rehenes, que se realizó finalmente la noche del miércoles.
Otras 18 personas siguen en poder de los pobladores, a los que afirman que no soltarán hasta que tengan garantías de que no habrá represalias.