Cd. de México.-
El Instituto Mexicano del Seguro Social informó que hoy viernes la maestra Fabiana Maribel Zepeda Arias, jefa de la División de Programas de Enfermería, ingresó por decisión personal al Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, para dar seguimiento a su estado de salud, luego de dar positivo a Covid-19.
“La jefa Fabiana se encuentra bajo observación en el área de Terapia Intermedia con un reporte estable de salud y bajo los mejores cuidados médicos”, reportó el instituto. Mediante un breve comunicado el Seguro Social agradeció la preocupación por la evolución de su salud y con base en los protocolos del instituto y resaltó que la información médica se reportará únicamente a sus familiares directos.
El pasado 12 de mayo, se dio a conocer que Fabiana Zepeda Arías fue diagnosticada con Covid-19. Funcionarios del Seguro Social confirmaron que “la jefa Fabiana” estaba enferma de coronavirus y que se encontraba en aislamiento para enfrentar la enfermedad. Más tarde en su cuenta de twitter, la enfermera detalló que permanecía en aislamiento y seguía las recomendaciones de los médicos para vencer al Covid-19. “Me encuentro en aislamiento, ya que di positivo a Covid-19. Soy bendecida por mi familia, amigos y colegas que me escriben para monitorearme”. En pleno Día Internacional de la Enfermera, la profesional de la salud afirmó que desde casa sigue con todas las medidas de higiene y aprovechó para enviar un abrazo al gremio.
“Vivo lo que viven mis compañer@s en todo el mundo. Abrazo solidario en nuestro #DíaDeLaEnfermeríaCorazón creciendo, aunque sea virtual y a sana distancia”. El 20 de abril, “la jefa Fabiana” mostró con orgullo, en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, su uniforme y precisó que en días previos las enfermeras habían sufrido agresiones físicas y verbales acusándolas de ser un foco de infección de coronavirus; pidió respeto para el personal que arriesga su vida para atender a pacientes con esta enfermedad.
“Las agresiones van desde aventarnos una botella completa de cloro, aventarles café caliente, quemar su casa, no dejarlas subir al transporte público, gritarles improperios cuando van por la calle, rociarles algún líquido cuando se suben al transporte público. Tenemos algunos casos de que nuestros vecinos saben qué somos enfermeras porque nos ven con el uniforme”, dijo la enfermera. Agregó entonces con la voz entrecortada: “Les quiero hacer un llamado de respeto y de parar la agresión. Duele hablar de esto, duele hablar de lo que le pasa a tu gente, de los trabajadores de la salud que también somos personas, tenemos familia y hoy estamos dejando muchas cosas: nuestras casas, nuestra familia y nuestra vida en las unidades hospitalarias”.