Cd. de México.-
Ante el aumento de consumo de alcohol y estupefacientes entre menores, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México ha implementado el operativo Convivencia Escolar Segura, en el cual cada viernes se enfocan los elementos de la dirección de seguridad escolar a escuelas de medio superior para prevenir que los jóvenes consuman fiestas clandestinas.
“Los viernes es un día que nosotros andamos persiguiendo a los jóvenes que se van a fiestas clandestinas; son jóvenes que vienen de Xochimilco y andan en la Gustavo A. Madero y que van al Estado de México, porque aquí en la Ciudad de México no se les permite ese tipo de fiestas”, expuso Adalberta Narcisa Peláez Juárez, directora de las unidades de seguridad escolar de la SSP local.
Comentó que en este tipo de fiestas se ofrecen bebidas alcohólicas a los jóvenes y principalmente se realizan en el Estado de México debido a que en la capital se ha tenido una supervisión permanente para evitar la venta de alcohol a menores.
“A un menor de edad no se le debe permitir que esté tomando alcohol u otras sustancias y nosotros batallamos con eso cada viernes, porque los jóvenes salen en grupos con dirección a los municipios mexiquenses”, comentó la oficial con 41 años en la SSP.
Ante esta situación y por la preocupación que se tiene con el consumo prematuro de bebidas alcohólicas de los menores, Adalberta Narcisa pide a los padres tener una relación más cercana con ellos, debido a que sólo así pueden identificar los problemas de sus hijos e incluso adicciones.
“Los menores normalmente se van de pinta y se alcoholizan en otros lados, nosotros los identificamos cuando quieren regresar a la escuela y llegan al punto de que no pueden caminar. Pedimos a los papás que ayuden a verificar que el menor entre a la escuela y salga, pedimos que vayan por ellos”, dijo Peláez Juárez.
Las unidades de seguridad escolar de la SSP local realizan pláticas con padres de familia para sensibilizar sobre la situación y hacerlos que participen en la vida escolar de sus hijos a pesar de que sea a nivel medio superior, comentó que en los últimos meses ha disminuido el consumo en algunas escuelas que tenían problemas de este tipo.
Uno de los casos de éxito que han tenido es en el Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Oriente de la Universidad Nacional Autónoma de México, el cual tenía un problema alto de ingesta de alcohol y tras tres años de intervención este hecho ya no es un problema en esa escuela.
“Tenemos un acercamiento importante con la sociedad, ya no nos tenemos miedo, convivimos y generamos una convivencia donde lo importante son los jóvenes”, concluyó Adalberta.