Ciudad de México.-
El gobierno mexicano decidió darle asilo a Jorge Glas, exvicepresidente ecuatoriano, quien se encuentra en la embajada mexicana en Quito.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dijo que se tomó la medida “luego de un análisis exhaustivo de la información recibida”.
Mencionó que la decisión “será comunicada oficialmente a las autoridades ecuatorianas junto con la solicitud de que concedan el salvoconducto respectivo, de conformidad con la Convención de Asilo Diplomático de 1954, tratado internacional del que México y Ecuador son Estados parte. Debe recordarse que, conforme a lo dispuesto en dicha Convención, es el Estado asilante —en este caso México— el único facultado para calificar la naturaleza de la persecución contra solicitantes de asilo político (artículo IV), que su decisión de continuar con el asilo debe ser respetada por el Estado territorial —en este caso Ecuador— (artículo IX) y que, otorgado el asilo, el Estado asilante puede pedir la salida del asilado hacia territorio extranjero, y el Estado territorial esta? obligado a dar inmediatamente el correspondiente salvoconducto”.
Además, “el Gobierno de México rechaza el incremento de la presencia de fuerzas policiales ecuatorianas afuera de la Embajada de México en Quito, la cual, según declaraciones de autoridades del Ecuador, es una medida de rechazo e inconformidad por declaraciones de autoridades mexicanas. Esto constituye un claro hostigamiento a su Embajada y una flagrante violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Es evidente que estas acciones no corresponden a las prácticas habituales de vigilancia y protección de los inmuebles diplomáticos, basadas en las normas que regulan la buena convivencia entre las naciones”.
Glas, que a finales de 2022 salió en libertad tras cumplir cinco años de cárcel por dos condenas por cohecho y asociación ilícita de ocho y seis años de prisión, respectivamente, se encuentra procesado por presunto peculado (malversación) en el caso ‘Reconstrucción’ de la costera provincia de Manabí tras el terremoto de 2016.
A mitad de diciembre de 2023, Glas, que se considera inocente y un perseguido político víctima de ‘lawfare’, llegó a la Embajada de México en Quito, cuando todavía no pesaba sobre él una orden de detención.
A inicios de enero, un juez dictaminó su ingreso en prisión provisional por el caso de la reconstrucción de Manabí.
La investigación de Fiscalía determinó que existiría un abuso de dinero público en beneficio de terceras personas, naturales y jurídicas, que fueron contratistas y fiscalizadores de los contratos suscritos.
Glas estuvo cinco años y cuatro meses en la cárcel al haber sido condenado a ocho años por cohecho en el caso ‘Sobornos’, donde también fue inhabilitado y condenado Correa, y a seis años por asociación ilícita relacionada con el escándalo de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
El exvicepresidente, que ocupó el cargo durante parte del mandato de Correa y los primeros meses del mandato de Lenín Moreno (2017-2021), ha dicho que buscará revertir ese caso después de que el Supremo Tribunal Federal de Brasil anulara las pruebas del sistema informático de Odebrecht.