México, D.F.-
En un contexto de demanda creciente de educación superior como el que existe en el país y en la zona metropolitana de la ciudad de México, las decisiones sobre la ubicación de los planteles y las modalidades de su instalación son de vital importancia para el desarrollo adecuado de este derecho.
Esto se desprende del libro “Las instituciones de educación superior en la centralidad metropolitana de la ciudad de México”, que forma parte de un proyecto de investigación realizado por los doctores Óscar Terrazas Revilla y María Elena Rodríguez Lara, así como la estudiante de doctorado en Estudios Urbanos, Jaqueline García Bautista.
El libro indica que bajo las condiciones actuales, las universidades quedan lejos de las áreas donde reside la mayor parte de sus estudiantes, actuales y futuros, especialmente en el caso las instituciones públicas y privadas de mayor escala.
Por ello, “articulamos el análisis de las IES dentro de la construcción de la teoría de la ciudad de los caminos, que es una matriz argumentativa fundamental de esta investigación”, que cuenta con financiamiento del Conacyt, señaló Terrazas Revilla, profesor-investigador de la Unidad Azcapotzalco.
Agregó que “en ella confrontamos la idea de que la ciudad se transforma siguiendo un patrón territorial de ejes y rutas y no uno de círculos concéntricos, como sostuvo Burgess en 1925”.
El especialista en urbanismo sostuvo que las políticas territoriales vigentes, construidas tanto por las autoridades de la ciudad como por las de las propias universidades, expresan una lógica desarticulada.
Esto se evidencia, por ejemplo, en la preferencia de la modalidad del gran campus sobre esquemas como el barrio universitario, que sólo ha sido adoptado por instituciones privadas de escala media y pequeña.
Otro tanto ocurre alrededor del desarrollo de la educación a distancia y del aprovechamiento de las nuevas tecnologías para atender la problemática de la movilidad estudiantil en esta enorme metrópoli difícil de cruzar.
En este sentido, la construcción de Ciudad Universitaria al sur de la ciudad y del Instituto Politécnico Nacional al norte definió desde mediados del siglo pasado la línea aceptada en todo el país sobre la ubicación y el esquema conveniente para las nuevas instalaciones universitarias.
Porque el esquema de gran campus requiere de terrenos de dimensiones considerables que sólo pueden conseguirse en las orillas de la ciudad, donde los precios del suelo son bajos, ya que los predios centrales, bien ubicados y dotados de la infraestructura necesaria, son siempre caros.
El resultado, dijo el académico del Departamento de Evaluación del Diseño, ha sido casi siempre que los campus se localizan lejos de todo, con transporte en proceso de introducción y con servicios de apoyo deficientes para las actividades universitarias.
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