Cd. de México.-
La decisión del gobierno de la Ciudad de México de imponer la Ley Seca los fines de semana no ayuda a combatir la pandemia de Covid-19, pero sí propicia la caída de hasta 30% en la venta formal de bebidas y promueve la comercialización clandestina de alcohol, consideró el presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Vinos y Licores, Iñaki Landáburu Llaguno.
El empresario aseguró que la venta de alcohol en el mercado informal es grave porque propicia ceguera o la muerte, además de que se daña al erario público porque el 35% de estos productos no paga impuestos.
“Nosotros siempre hemos cumplido con todas las leyes porque somos parte de la distribución legal de vinos y licores en todo el país, hemos pagado impuestos y obedecido todo lo que se ha establecido durante esta pandemia y seguiremos haciéndolo”, añadió.
Landáburo dijo que la autoridad debiera centrarse en vigilar el cumplimiento de las medidas sanitarias.
“Quisiera pedir a las autoridades ser más tajantes en las medidas de higiene: obligar al uso de cubrebocas, a la sana distancia, pues actualmente en cualquier mercado y en los alrededores de esta Ciudad, la gente va sin tapabocas, no respetan la sana distancia”, añadió.