“Adefesio jurídico”, “derecho masturbatorio”, “extraña relación de pégame, pero no me dejes”, “que se atragante”, “no andamos buscando papá” esas frases suenan común o ¿será que los políticos se volvieron locos?
Hoy los líderes parlamentarios y legisladores se olvidaron de los acuerdos de Palacio Nacional, la indignación y la unidad por el problema del secuestro y la decisión de trabajar juntos en beneficio del país quedaron pronto en el pasado.
La clase política extravió la exigencia ciudadana sobre seguridad y la necesidad de la reforma energética. Llevaron sus posiciones a la burla, a la amenaza y a la confrontación.
En Acapulco –donde los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) tienen su plenaria previa al periodo ordinario de sesiones que arranca el 1 de septiembre- empresarios reclamaron acciones inmediatas y repartieron volantes invitando a la marcha del sábado… el senador René Arce, de plano soltó:
“La lucha contra el crimen organizado será peor que lo vivido en Colombia (…) que costará mucha sangre y muchas vidas, desde jueces, alcaldes, gobernadores y a lo mejor hasta un presidente de la República”, apenas eran las 10:30 horas.
Dos horas después Carlos Navarrete, coordinador de los senadores perredistas, habló de todo: criticó que el presidente Felipe Calderón minimice la cifra de policías caídos, del inicio del segundo informe presidencial “electrónico” y hasta de la próxima presidencia del Senado.
Sostuvo que entre PRI y PAN hay una “extraña relación” basada en la frase de “pégame pero no me dejes”.
Recordó que con Santiago Creel, ex coordinador panista, y con Manlio Fabio Beltrones, líder del grupo del PRI, acordó que el PRD presidiría el Senado, pero que si ahora el nuevo jefe de los senadores del PAN, Gustavo Madero, quiere tirar ese acuerdo, que se atenga a las consecuencias.
-¿Cuáles van a ser esas consecuencias?, se le preguntó.
-Ya lo veremos…
-¿Es una amenaza?
-No, no, no tengo tono de amenaza. No lo digo ni siquiera de mal humor, simplemente como una reflexión. Si la nueva relación entre el PAN y el PRI es ‘te premio para que me pegues’ o peor aún, aunque suene medio machista:
En esas andaban en el puerto cuando su correligionario Javier González Garza simplemente se sinceraba: “Que el PAN se atragante… no nos preocupa”.
Y su compañero perredista, el senador morelense Graco Ramírez no tenía empacho antes de la hora de la comida. Se refirió al conflicto interno entre Andrés Manuel López Obrador y la corriente Nueva Izquierda que encabeza el aguascalentense Jesús Ortega.
“No andamos buscando papá”, dijo ante empresarios acapulqueños que le aplaudieron el comentario. “Son dos visiones políticas que están contrastándose”, fustigó.
Y luego reforzó. Dijo que una que pretendía que sólo dijeran “no, no y no” a todo, pero el PRD respondió sí porque “ya alcanzó la madurez de edad (…) no andamos buscando papá, ni estamos buscando cómo los que ya crecimos en el partido somos capaces de ponemos de acuerdo”.
Y hablando de tabasqueños… el diputado panista Juan José Rodríguez Prats calificó de “adefesio jurídico” la propuesta de reforma energética que presentó el Frente Amplio Progresista en el Congreso.
Calificó la decisión de presentar esa iniciativa, respaldada por un centenar de intelectuales, como parte del “derecho masturbatorio”, pues no resuelve nada y da la impresión de que resuelve todo.
Dijo que la propuesta está cargada de ideología y no distingue principios, normas jurídicas, políticas públicas, ni reglas.
En fin, ¿y las demandas de los ciudadanos? ¿será que los políticos se volvieron locos?
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