Monterrey, N.L. / Feb. 23.-
La Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) en Nuevo León descubrió una fosa clandestina en el municipio metropolitano de Escobedo, la cual tenía un cuerpo en su interior.
De acuerdo a las primeras versiones de los agentes del Ministerio Público, los restos humanos podrían pertenecer a Sergio Hernández Colina, quien fue reportado desaparecido la semana pasada.
El hallazgo se dio en el patio del domicilio marcado con el número 208, en el cruce de San Diego y San Francisco en la Colonia San Miguel Residencial.
El cadáver se encontraba a una profundidad de 35 centímetros en una excavación de 2 por 2 metros y de acuerdo al Servicio Médico Forense presentaba seis golpes en el pecho y uno en la cabeza, que podría ser el que le quito la vida.
Los policías investigadores informaron que el viernes pasado recibieron la denuncia de una persona desaparecida por lo cual contactaron a vecinos, familiares y amigos del hoy occiso.
Los parientes cercanos señalaron a uno de sus amigos como el último en convivir con Hernández Colina por lo que se dieron a la tarea de su localización.
Cuando lo consiguieron, el sujeto que aún no ha sido presentado a los medios de comunicación, declaró haberle asesinado, sepultado en el patio de su casa e incluso echarle cemento encima para que no fuera descubierto.
Esta mañana, agentes ministeriales y peritos de la Procuraduría llegaron al lugar y encontraron en el patio una excavación que ya había sido cubierta con cemento.
Después de varias horas de remover concreto, tierra y lodo, los agentes descubrieron una cobija que cubría el cadáver, que habría sido colocada encima y rociada de cal para que no despidiera olores fétidos y pasara desapercibido.
Una vez terminadas las excavaciones se traslado el cuerpo y las evidencias al anfiteatro del Hospital Universitario, en donde se le realizarán las pruebas de ley para certificar su identidad.
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