Cd. de México.-
Chun-lee es un perro de raza, de color mantequilla con destellos dorados y ojos muy pequeños, que vive rodeado de policías al sur de la Ciudad, en la delegación Xochimilco. Duerme en un pabellón color blanco, con otros caninos que al percibir el olor humano, comienzan a ladrar; pero Chun-lee no, él se queda tranquilo, a un lado de la reja que lo separa del pasillo.
El can llegó a este albergue hace casi dos años, cuando tenía otro nombre y era maltratado por su antigua familia, hasta que un grupo de policías, de la Brigada de Vigilancia Animal, lo rescató del abuso. El veterinario, Pablo Mendoza, quien lo atiende todos los días, dice que Chun-lee llegó con las extremidades laceradas, al parecer provocadas por un machete.
Desde ese entonces, el perro recibió ayuda de profesionales, y le fue asegurado un techo con alimento. La Brigada de Vigilancia Animal es una unidad especializada de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP CDMX) que se encarga de cuidar y salvar a los animales; además está conformada por 69 policías y médicos veterinarios.
Este programa inició hace dos años, y consiste en rescatar a un animal, darle rehabilitación en caso de que haya sufrido de violencia sicológica y física; y una vez que esta mascota pasa la prueba de confianza con las personas, entra en proceso de adopción.
Actualmente, con Chun-lee viven otros 111 perros y 19 gatos. De los 111 canes, el 65% está disponible para adopción, al igual que él. Sin embargo, a pesar de programas como éste, aún las cifras de adopción en la Brigada son bajas. De septiembre de 2016 al mismo mes de 2017, de los 545 animales que se rescataron en la Ciudad de México, la Secretaría de Seguridad realizó 71 jornadas de adopción en distintos parques de la capital, en las cuales sólo se adoptaron 79 perros, es decir, en promedio un animal por cada jornada.
A pesar de que también hay gatos en este albergue temporal, sólo los perros entran en el programa de adopción, mientras que otros, quienes nunca se recuperan de la violencia de los humanos, no están aptos para convivir con nuevas familias.
“Los maltratos tienen que ver con el desconocimiento de la ley, de las obligaciones que tienen los dueños hacia los animales”, dijo el policía Carmelo Hernández Salazar, encargado Operativo Brigada de Rescate Animal.
De acuerdo con Carmelo, 95% de los maltratos hacia los animales en la Ciudad de México son aquellos que tienen relación con el bienestar o la protección, “que los tengan en un espacio donde no se puedan resguardar del clima, no tener agua disponible, alimento, no sacarlos a ejercitarse”.
Mientras que 5% restante son golpeados, están amarrados con correas que les provocan lesiones y hasta son obligados a pelear.
En el mismo pabellón donde duerme Chun-lee se encuentra Bravo, un perro mestizo tipo pit bull, una raza de perros que frecuentemente es ligada con las peleas callejeras o tener una conducta agresiva. Tal vez por eso, a sus dos años de edad, este canino ha sido adoptado en seis ocasiones, mismas que ha sido regresado a la Brigada porque las personas no aceptan la responsabilidad.
A diferencia de Chun-lee, los veterinarios que atienden a Bravo, desde octubre de 2016 cuando fue rescatado, no pudieron descifrar qué tipo de abusos sufrió de parte de sus dueños anteriores, pero se sabe que fue víctima de abandono. “Era de los típicos perros que dejan amarrados en sus casas, con una cadena en el cuello y poco espacio para moverse”, explica su veterinario. Aun así, este perro, recibió una terapia de socialización, y es considerado por quienes cuidan de los animales, como uno de los más amistosos.
Apadrinar a una mascota
Pablo Mendoza no es originario de la Ciudad de México, pero estudió Veterinaria en la capital y decidió quedarse en la Brigada. Él es quien recibe a los perros, gatos y otros animales silvestres para darles tratamiento médico. “Depende de la situación en la que llegan los animales, primero se les hace un examen físico completo para ver la gravedad de las lesiones, después se ejecuta un plan farmacológico y curaciones”, refirió.
El especialista explicó que las terapias dependen de los abusos. El periodo más corto para una rehabilitación es de un mes, y en otros casos se prolonga. En estas prácticas colaboran los alumnos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con asesorías de etología, especialidad que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de los problemas de comportamiento en perros y gatos.
La Unidad de Vigilancia está ubicada en Xochimilco por sus cualidades: hay espacio para que los animales corran, tomen el sol, o los visitantes puedan realizar actividades con ellos al aire libre.
Cuando los animales recuperan la confianza en las personas entran al programa de adopción. Pero hay una opción más para aquellos que no puedan llevarse una mascota a su casa, la Brigada ofrece un programa de apadrinamiento; que consiste en visitar a alguno de los perros todos los domingos, y convivir con ellos. No se les pide alimento, ya que en esas instalaciones se les provee, sólo tener un compromiso con el animal.
En el programa Apadrina, los 442 caninos que estaban disponibles en ese año, sólo 103 fueron apadrinados, en las 52 jornadas en las instalaciones de la Brigada y 16 en jornadas realizadas en el Parque México.
Actualmente, hay cerca de 50 perros que son apadrinados por algún ciudadano, Chun-lee es uno de ellos. Carmelo explica que para entrar a este programa la policía hizo un catálogo con los nombres y edades de los perros; para que las personas los escojan y se realice el acercamiento. Una vez que se forma parte de este programa, no se recomienda llevar comida, sino algún suéter por las bajas temperaturas o champú para bañarlos al aire libre. Al final, uno de los propósitos de esta unidad es promover la adopción. Si bien una mascota puede ser apadrinada por tiempo indefinido, los agentes buscarán que los caninos que fueron maltratados sean adoptados y llevados a un ambiente familiar sano.
Una de las grandes problemáticas en la Ciudad de México, es que no hay un censo exacto sobre la cantidad de animales domésticos que existen. Por eso, es más difícil controlar el abuso a los perros, gatos y animales silvestres; así como controlar la demografía.
En estas fechas, es importante considerar que antes de ir a una tienda de mascotas a comprar un animal, hay albergues en la Ciudad de México.
El veterinario Pablo es una de las personas dentro de la Brigada que les pone nombre a los perros. Él y otros integrantes de la institución les dan cariño permanente a los más de 100 perros y 19 gatos. “Eviten comprar animales, ya hay bastantes en la calle que necesitan una oportunidad de vida y un hogar donde los quieran”, recomendó.