Cd. de México.-
La Arquidiócesis de México afirmó que el “matrimonio gay” es un falso derecho y que con su interpretación sobre el matrimonio tanto la Suprema Corte de Justicia de la Nación como el Presidente de la República ponen en peligro a la familia.
Bajo el título “Matrimonio gay, falso derecho”, un artículo publicado en el semanario Desde la fe, retomó la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo que indicaba que “el matrimonio es claramente entendido como la unión entre un hombre y una mujer”, por lo que argumenta que “la opinión unánime de 47 jueces de 47 diferentes países del Consejo de Europa dejan claro que hay un grave error por parte del presidente Enrique Peña Nieto y la Suprema Corte de Justicia en su interpretación de lo que es el matrimonio y en el significado de lo que es discriminar”.
“Con su interpretación, el presidente de México y la SCJN violentan la realidad y ponen en peligro lo más querido para los mexicanos: la familia”, expresó.
El semanario editado por la Arquidiócesis de México refirió que el tribunal conformado por 47 jueces de cada uno de los países que integran el Consejo de Europa, determinaron por unanimidad que no existe el derecho al matrimonio homosexual, sustentando su decisión en el artículo número 12 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, el cual equivale a los artículos de los tratados sobre derechos humanos formados por México: el número 17 del Pacto de San José y al número 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
“Si los legisladores hubieran querido decir que el matrimonio es también para hombres homosexuales o mujeres lesbianas habría escrito: “las personas tienen derecho a casarse y a fundar una familia”. Pero no fue así. Específicamente quisieron preservar la institución natural del matrimonio”, subrayó.
La publicación sostuvo que el Convenio Europeo de Derechos Humanos consagra el concepto “tradicional” del matrimonio, entendido como la unión entre un hombre y una mujer; afirmó que el Tribunal de Estrasburgo explicó que no se le impone a los gobiernos “la obligación de abrir el matrimonio a las personas del mismo sexo”.
Destacó que la determinación del Tribunal derivó de un conflicto iniciado en Austria por una pareja gay que denunció al Estado por negarse a casarlos en septiembre de 2002.
“Es previsible que Estrasburgo tenga que volver a manifestarse sobre la misma materia, ya que una pareja de lesbianas rusas, casadas en Toronto, han anunciado su intención de demandar al Estado Ruso por no reconocer en su territorio la validez del matrimonio celebrado en Canadá”, señaló el artículo.