México, D.F.-
Aunque se desconoce con precisión la prevalencia del melanoma acral lentiginoso, se sabe que los mexicanos tienen más probabilidad de desarrollar este tipo cáncer, por lo que se debe estar al pendiente ante manchas en las palmas de las manos, plantas de los pies, uñas y mucosas.
La dermaoncóloga, integrante de la Fundación Mexicana de Dermatología, Ivonne Arellano, señaló que se desconoce por qué la enfermedad afecta más a ciertas razas, pero se cree que la mayor predisposición a la pigmentación de manos y pies se debe a que la oncoproteína P16 no se expresa en forma adecuada.
La especialista refirió que de acuerdo con un estudio aplicado en el Hospital General de México a 500 pacientes, los tumores de piel con mayor prevalencia son el carcinoma maligno base celular, seguido por el carcinoma epidermoide y el melanoma acral lentiginoso, cuyo rango de edad en el que más aparece es entre los 50 y 60 años.
Un melanoma es un tumor maligno que se origina en una célula de la piel, llamada melanocito, y dependiendo de la relación clínica patológica será de alguna de las cuatro variedades principales: nodular, en extensión superficial, lentigo maligno y acral lentiginoso, explicó en entrevista.
Precisó que los melanomas son manchas asimétricas con bordes irregulares que no tienen un color uniforme y miden más de seis milímetros, es decir, son más grandes que una goma de borrar de un lápiz.
Con base al estudio efectuado en el Hospital General de México, los melanomas se encontraron en alguna de las extremidades inferiores, 15 por ciento en cabeza y cuello, 14 por ciento en extremidades superiores y el resto en mucosas, ojo y en tronco.
De los tumores malignos que estaban en extremidades inferiores, 43 por ciento estaba en la planta o el dorso del pie, seguida de la mano con 11 por ciento, de modo que es frecuente que el melanoma lentiginoso acral aparezca en las palmas de las manos, las plantas de los pies y alrededor de las uñas.
En este último lugar se suele confundir con un hongo, con callos y con verrugas, sin embargo se puede distinguir con “el signo de Hutchison, que consiste en que el pigmento que se ve en la uña está por fuera de ella, afecta la cutícula o la piel.
Mencionó que en el melanoma de uña, el paciente ve una banda oscura y la uña empieza a levantarse y a perder su integridad y más fácil que se rompa; esta zona oscura comienza a sangrar o a tener úlceras que no cicatrizan, dijo la especialista.
La especialista destacó que el diagnóstico es importante debido a que es un cáncer muy agresivo y a que la cirugía es la único tratamiento curativo.
En el marco del Día Mundial del Melanoma, celebrado el pasado 23 de mayo, dijo que existen bajas probabilidades de que vuelva a aparecer otra lesión de este tipo, aunque los pacientes deben tener un seguimiento médico cada tres meses en el primer año de que fueron operados, cada seis meses en el segundo y luego cada año durante cinco años.
En 2013 se registraron 568 muertes en México por melanoma maligno, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
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