Mérida, Yuc. /Julio 26.-
Hace algunas semanas el gobierno de Yucatán realizó un examen aleatorio que arrojó resultados poco prometedores: la mayoría de los médicos familiares de la entidad no tienen la capacidad necesaria para diferenciar, detectar y tratar a tiempo el virus de la influenza H1N1.
El problema se vuelve aún más preocupante. La Secretaría de Salud sospecha que el caso yucateco se repite en muchos de los estados del país.
La falta de capacidad de los médicos familiares es sólo una de las debilidades que México presenta ante un inminente tercer rebrote de la influenza.
La mayoría de los estados no cuentan con los equipos e insumos necesarios para enfrentar la tercera oleada que está por llegar, del virus H1N1.
Para proteger a la población, el gobierno federal logró que la industria farmacéutica internacional le prometiera para diciembre un lote de sólo 5 millones de dosis de la vacuna que se está creando contra el virus. Pero dicha cifra sólo alcanzará para proteger a uno de cada 20 mexicanos.
Autoridades de la Secretaría de Salud (Ssa) han informado que la intención es privilegiar la aplicación de la vacuna a las personas con diabetes, VIH-Sida y cáncer, así como personal de salud y niños asmáticos.
Sin embargo, tan sólo los enfermos de diabetes en el país suman más cinco millones.
Un estudio de la asociación Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social Incide Social, señala que existe una alta inequidad en la disponibilidad de recursos físicos y materiales a nivel estatal. Y cita un ejemplo: en Aguascalientes por cada mil habitantes hay diez médicos, tres consultorios, cuatro camas y quince enfermeras. Mientras que está relación es 10 veces menor en Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Baja California, Quintana Roo, Zacatecas, Veracruz y San Luis Potosí. A nivel nacional, agrega el estudio, por cada dos mil habitantes hay tres médicos, cuatro enfermeras y 1.5 camas de hospital.
Para atender a los pacientes que lleguen a la fase grave de la enfermedad, el Sistema Nacional de Salud solo contará con 8 mil 200 ventiladores. De acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), de cada tres personas que llegan graves a un hospital por el virus una deberá ser entubada y contar con el apoyo de un ventilador para poder respirar y sobrevivir.
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