El gobierno de México aceptó que actuó bajo presión de China para rechazar la realización de un encuentro entre el presidente Felipe Calderón y el Dalai Lama, líder del pueblo tibetano en el exilio, quien visitará nuestro país del 5 al 10 de septiembre.
“El argumento primario (de la Presidencia) es que estaban bajo mucha presión por parte del gobierno chino y que el propio canciller había solicitado al presidente (Felipe Calderón) no hacerlo porque había varios asuntos de Estado, negociaciones que eran delicadas y dependían de esa reunión con el Dalai Lama”, aseguró Marco Antonio Karam, presidente de Casa Tibet de México, quien citó como interlocutor al secretario particular del presidente Calderón, César Nava.
En entrevista, Karam precisó que después de la visita del presidente Felipe Calderón a China en julio pasado, todas las negociaciones que indicaban una disposición del presidente para recibir al Dalai Lama se vinieron abajo.
Incluso, un acto planeado con la Secretaría de Educación Pública en el Palacio de Bellas Artes también se canceló. “Como resultado de la decisión del Presidente, la oficina de la titular Josefina Vázquez Mota dejó de contestar las llamadas y no insistimos más”, dijo Karam.
Además de la Presidencia y el Senado de la República, la Universidad Nacional Autónoma de México y hasta el momento el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, también han despreciado reunirse con Tenzin Gyatso en esta su tercera visita al país. El argumento de la UNAM, dice Karam, fue que el rector José Narro Robles no estaría en México durante la visita del Dalai Lama.
El Senado, por su parte, señala Karam, dijo tener recomendaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) con el mismo fin de evitar este encuentro.
“Es extraño porque en 2004, aunque el presidente Vicente Fox no se reunió con el Dalai Lama, lo recibió la Cámara de Diputados, el entonces secretario de Gobernación Santiago Creel y la esposa del presidente Fox, Marta Sahagún. También, Andrés Manuel López Obrador y el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, le dieron en ese año al Dalai Lama reconocimientos como visitante distinguido”, dice Karam.
Comenta que este rechazo se debe a múltiples factores, entre ellos a que el presidente Calderón ha sido mucho más proactivo en pedirle a todos los agentes políticos que no reciban al Dalai Lama y a una campaña desde la embajada china, que ha pedido a empresarios, secretarios de Estado, directores de centros culturales, que no participen en la visita, pues consideran que el Dalai Lama promueve la independencia del Tibet, territorio que China se anexó definitivamente en 1959.
La Presidencia de la República, la SRE y la embajada de China fueron consultadas al respecto, pero se negaron a dar una posición.
Karam expresó su decepción por las negativas, pero subrayó que las reuniones con autoridades oficiales no era el objetivo de la visita, por lo que la agenda continúa con el objetivo de dar un mensaje de paz.
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