La probable aplicación de la pena de muerte en contra de policías corruptos que traicionen en grado extremo a las leyes anticrimen en México y se unan a los grupos de delincuencia organizada no sería obstáculo grave para que el proyecto de reforma policial presentado por varios generales al titular de la Sedena pudiera avanzar, aseguran algunos de los autores, entrevistados por EL UNIVERSAL.
Este lunes se publicó el proyecto formulado por un grupo de generales en el que proponen la creación de una policía nacional regida por un control interno de corte castrense, que incluya la pena de muerte para los policías que se coludan con la delincuencia organizada.
—En el sexenio anterior el entonces presidente derogó la pena de muerte en los fueros civil y militar. ¿No sería un contrasentido, un retroceso, proponer su reinstauración? —se les preguntó a algunos autores del plan.
—No lo vemos así. En estos momentos la sociedad exige castigos así contra secuestradores. El contexto lo exige, pero en todo caso eso no es trascendental en este instante, sino la intención de reformar a fondo todas las estructuras policiacas y de garantizar con ello que se instaure y se aplique una verdadera agenda de seguridad nacional.
Los militares consideraron que temas como el desempleo, la política alimentaria y la presencia de la Mara Salvatrucha son también temas de seguridad nacional, pero ignorados por la ley de la materia, aprobada en noviembre de 2005, “y que en realidad está dedicada a delinear, de manera errónea, el desempeño del Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional, órgano de inteligencia del país)”.
Sobre la Mara Salvatrucha, agregaron que la Sedena tiene detectados importantes focos de actividad en los estados de Guanajuato, Chiapas y parte de Oaxaca.
En torno a desempleo y el tema de los alimentos, recordaron que hace poco más de 20 años un grupo de especialistas militares le entregó al entonces jefe del Estado Mayor Presidencial, Rodolfo Reta Trigos, un estudio especial para el mandatario Miguel de la Madrid en el que “les advertimos desde entonces sobre todos los problemas que hoy se les están escapando de control”.
El general Reta Trigos nunca le entregó el estudio al presidente, añadieron los generales especializados en seguridad nacional.
En cuanto al reciente proyecto entregado al secretario de la Defensa, Guillermo Galván, reconocieron que de aprobarse por el alto mando y tras enviarse a la Presidencia de la República para su aprobación, los cuerpos policiacos del país serían reformados en su estructura y funcionamiento “a partir de la perspectiva y la visión del ámbito militar”.
Agregaron que en las primeras etapas para consolidar dicho proyecto se estaría hablando “de la creación de una estructura de corte paramilitar, en la que después el mando lo tendrían los civiles, pero una vez avanzado el cambio en las corporaciones policiales del país”.
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