Sabinas, Coah. / Mayo 4.-
La Alianza Minera Nacional (AMN) acusó que antes de producirse la explosión en la mina de carbón del ejido de Sabinas, Coahuila, ya se había detectado gas metano.
Héctor Jiménez Coronado, coordinador de esa agrupación, lamentó que pese a lo anterior la empresa concesionaria no hiciera algo para impedir que los mineros continuaran el trabajo.
Indicó que debido a la corrupción y el vacío legal existentes en la operación de las minas no se han frenado los accidentes, especialmente en las empresas irregulares.
Sobre el accidente ocurrido el martes pasado en Sabinas expuso que la AMN fue informada que en días anteriores a la explosión que un trabajador ya había resultado intoxicado al inhalar gas metano en el pozo de carbón donde finalmente se produjo el estallido.
Comentó que las medidas de prevención en las minas de carbón deben ser tomadas a diario, porque siempre donde hay presencia de ese producto la hay también de gas y existe el riesgo de que en cualquier momento se presente una explosión.
A su juicio, a la empresa que explotaba dicho pozo de carbón no le importó la seguridad de los mineros, quienes continuaron con su labor a pesar de que las condiciones de trabajo eran totalmente inseguras.
Expuso que los trabajadores de ese pozo trabajaban a destajo y por necesidad accedieron a laborar, pero ‘este tipo de empresas irregulares deben entender que es más valiosa la vida de una persona que una tonelada de carbón’.
Jiménez Coronado recordó que de 1988 a la fecha se han producido en Coahuila 10 accidentes que han provocado la muerte de unos 149 mineros.
Expuso la necesidad de que las autoridades asuman su responsabilidad a fin de actuar en concreto para impedir que se repitan ese tipo de situaciones.
El líder de la corriente sindical más importante dentro del sindicato minero admitió, no obstante, que los tiros de explotación de carbón verticales o ‘pocitos’, existentes en la región carbonífera de Coahuila, están regularmente en zonas alejadas a las que se llega por brechas, lo que dificulta un mayor control de las autoridades.
Por otra parte sostuvo que a Napoleón Gómez Urrutia, líder autoimpuesto de ese sindicato, ‘sólo le interesan los contratos colectivos de muchos trabajadores por las cuantiosas cuotas que generan y no las pequeñas empresas, como las de Sabina, en donde no laboran ni 20 trabajadores’.
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