Cd. de México.-
El pequeño tenis rosa de Odete quedó abajo de la banqueta, a un costado del cadáver de la niña quien antes de ser atropellada corría y jugaba al lado del Metrobús.
La menor de apenas dos años murió bajo las llantas de la unidad 785 cuando en un descuido de su madre, bajó de la banqueta y se atravesó en el paso del transporte confinado, en la colonia Tepeyac Insurgentes. Su cuerpo fue cubierto con una cobija y colocado sobre la banqueta. Las llantas le destrozaron el cráneo.
“Era la nena que siempre andaba corriendo de un lado a otro, yo siempre que pasaba la veía, era un angelito”, dijo llorando una mujer.
Un grupo de comerciantes del crucero de Montevideo e Insurgentes lloró la muerte de la pequeña. Sus padres se dedicaban a vender dulces y audífonos en la zona y Odete siempre los acompañaba.
La niña era tan querida que hace un mes los vendedores cooperaron para hacerle una fiesta, celebraban entonces su cumpleaños número 2.
El Metrobús de la Línea 6 arrasó con esa felicidad. El hecho dejó desconsolados a sus padres, comerciantes y a los curiosos que veían el cuerpecito ensangrentado.
A unas calles de distancia, la unidad del Metrobús detuvo su camino y el conductor fue asegurado por elementos de la SSP. Revisarán los videos de las cámaras de vigilancia de la zona para definir la situación jurídica del conductor
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